Esta mañana el presidente de Bolivia, Evo Morales, brindó una conferencia de prensa en medio de la incertidumbre y las protestas tras las elecciones del domingo y denunció que la derecha, con apoyo internacional, está liderando un golpe en su contra. Por ellos, decretó el estado de emergencia.
Tras confirmar una vez más, tal cual lo hizo hace tres días, que el triunfo es de su partido y que por cuarta vez consecutiva los bolivianos lo eligieron para gobernar, Evo dijo: "Ganamos con más de medio millón de votos. Es un gran triunfo". Su declaración llega cuando los resultados finales aún no se conocen, debido a los inconvenientes con el Tribunal Supremo Electoral, que el lunes suspendió el recuento y ahora lo ralentizó.
"Hemos garantizado el crecimiento económico, la paz social, la justicia social, la igualdad. Quiero denunciar al mundo que está en proceso un golpe de estado. La derecha lo preparó con apoyo internacional", indicó el mandatario de Bolivia.
Asimismo, Evo aseguró que por ahora, desde el gobierno, aguantaron y soportaron con paciencia porque no quieren entrar en la confrontación. Sobre el golpe, dijo que se expresó "no dejando realizar el conteo, quemando instituciones". Así intentó defenderse de las denuncias de frauda lanzadas desde la oposición, que asegura que el oficialismo manipula las cifras para evitar que el candidato Carlos Mesa obligue al cocalero a una segunda vuelta.
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