La representante de los trabajadores, Sandra Ragussa, en diálogo con FM FUEGO adelantó que durante el mes de mayo probablemente la planta volvería a producir junto a los 28 trabajadores que resistieron durante el cese laboral en la ex planta Ambassador de la ciudad de Ushuaia, durante el proceso judicial que culminó con su adquisición por parte del grupo Mirgor.
Ragussa recordó el momento en que decidieron no salir de la planta custodiando la misma hasta que haya una solución: “Fue una decisión muy dura, en ese momento no sabíamos el camino que nos tocaría recorrer, tocar todas las puertas habidas y por haber, empezar a sumar gente a nuestra lucha. La mayoría de nosotros tiene 30 años de trabajo en la industria electrónica, no podíamos bajar en ese momento a pesar de todo lo que tuvimos que vivir a lo largo de la lucha, pero siempre unidos, transitando este camino, queriendo recuperar nuestra dignidad porque después de tantos años de trabajo que la patronal nos deje a la deriva no lo podíamos permitir”, añadiendo: “esto empezó en el año 2019, la planta ya estaba complicada, se producía a destiempo nosotros a veces no recibíamos material para trabajar, al principio nos decían que era el tema del dólar, que los insumos no llegaban y tampoco nos dábamos cuenta que lo que estaban haciendo, era un vaciamiento en la empresa. Ha fines del 2019, ya empezamos a estar en alerta, trabajamos cada 15 días, nos pagaban más tarde los sueldos cuestión que nunca había sucedido, hasta que en un momento se produjo lo último que quedaba, que sirvió como garantía para pagar los sueldos a principios del 2020”.
La referente de los trabajadores continuó diciendo: “Después llegó la pandemia, situación que a la patronal le vino como anillo al dedo. Cuando vimos como venía la situación tomamos la determinación de permanecer y resistir, ya veníamos con una serie de sucesos que por ejemplo el gerente chino había desaparecido, el de Buenos Aires no daba la cara, el único intermediario al que podíamos recurrir era el de la UOM de Ushuaia, que manejaban en ese momento toda la situación, aunque nadie nos daba una respuesta. En un momento, nos mandaron a nuestras casas porque ya en la planta no había nada para hacer, nos empezamos a enterar que el gremio estaba citando personas porque supuestamente se comenzaría a trabajar. La UOM había acordado un fasón con New San, dejando a 17 de 59 operarios afuera, por lo que en ese momento solicitamos la intervención de la Legisladora Acosta, ella nos fue contactando con el Gobernador, Ministro de Trabajo y Producción. Nos ayudó desde el primer momento con módulos alimentarios, con planes porque había muchos compañeros en situaciones desesperantes. Sinceramente no sé si algún otro legislador hubiera hecho lo mismo”.
“Cuando la UOM desafecta a estos 17 operadores del acuerdo con New San, -añadió Sandra Ragussa-, tomó intervención el Gobernador y otros funcionarios, logrando que todos reingresáramos a la planta, aunque finalmente el fasón duró 20 días. A partir de allí nos volvieron a mandar a casa y nunca más tuvimos una respuesta de ningún lado, ni de la patronal ni del gremio, hasta que un día, el 31 de julio de 2020 nos citan a la planta para decirnos que la única posibilidad de trabajo era hacerlo en New San con un permiso sin goce de haberes por 6 meses. Ese fue el día en el que decidimos plantarnos ahí y pedirle a la UOM que nos acompañe con los reclamos de todo lo que nos debían y nuestro futuro. Ellos nos soltaron la mano, nos dijeron que duraríamos solo unos días y aproximadamente la mitad de los compañeros decidieron ir a trabajar a New San, fue así como quedamos solo 28 resguardando la lucha para que no siguieran vaciando Ambassador”.
Sandra Ragussa fue categórica al afirmar:” Somos conscientes que, si no hubiéramos estado acompañados por un Estado presente, no sé si hubiésemos llegado a este resultado, también creo que dios tuvo mucho que ver. Conseguimos un muy buen abogado que estuvo permanentemente atendiendo nuestros reclamos, asimismo la predisposición del gobernador Melella que siempre nos respaldó y nos apoyó, respetando cada una de nuestras decisiones”.
“La verdad que esto queda para la historia, logramos que Mirgor comprara Ambassador, hoy solo estamos esperando el reacondicionamiento de la empresa para que pueda abrir las puertas. En principio firmamos un contrato por un 1 año y medio una vez que abran las puertas, Mirgor nos informará que es lo que vamos a producir y cuál es nuestra situación, pero por lo poco que hablamos al principio dijeron que una vez que se re abran las puertas y vaya trabajando la empresa se va ir viendo que camino se va recorriendo, pero que trabajo habrá siempre”, finalizó diciendo Sandra Ragussa.
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