“Es admirable la dedicación y el compromiso de todo el equipo directivo y docente que acompaña a niños, niñas, jóvenes y personas adultas en su camino de revinculación social, atendiendo las necesidades específicas de cada uno y permitiéndoles continuar con el proceso de escolarización de quienes así lo requieren”, dijo Becerra.
“Fue una muy emotiva visita a la Escuela Especial N°1 que nos permitió interiorizarnos sobre el programa”, dijo Becerra y agregó que “la directora María del Carmen Arias, la vicedirectora Ana Laura Davobe y las docentes a cargo de este servicio, nos invitaron a realizar una experiencia vivencial cubriéndonos los ojos y realizamos un recorrido guiado, para ponernos en lugar de quienes no pueden ver o tienen la visión disminuida y deben autovalerse para continuar con su día a día”.
Becerra contó que “tuvimos la posibilidad de escuchar las experiencias de quienes concurren a la Kayú Chénèn y están impulsando, en primera persona, la difusión del programa que busca lograr el acompañamiento y compromiso de las Instituciones, tanto públicas como privadas, y de todos los vecinos y vecinas de nuestra ciudad”.
“Desde la gestión del intendente Walter Vuoto ofrecimos nuestro acompañamiento en esta iniciativa, como así también durante la semana de la Educación Especial, que será del 3 al 14 de octubre”, afirmó el Jefe de Gabinete, quien participó también de la entrega de certificados de manipulación de alimentos que dictó la Municipalidad en la Escuela y con el mismo grupo de personas con discapacidad visual.
La directora María del Carmen Arias contó que “la propuesta tuvo que ver con un proyecto que nació en nuestra escuela, que corresponde a ciegos y baja visión, con estudiantes adultos y adultas que concurren a la institución y tiene que ver con difundir información para fortalecer derechos”.
“Hablamos con la Municipalidad que propuso acompañar, se generó un acuerdo y se suma a esta propuesta”, celebró Arias. “Este proyecto nace por la inquietud y la preocupación que los estudiantes adultos ciegos o con baja visión traen a la escuela en relación a la información, a lo que les va pasando y a las barreras que se van encontrando en el día a día y sabemos que esto le puede servir a otras personas”, agregó.
La docente Tamara Benítez, quien integra el servicio de Ciegos y Baja Visión explicó que el proyecto tuvo tres etapas: la primera vinculada a recolectar información, la segunda crear los materiales en braile, videos y formatos accesibles y la tercera, junto a la Municipalidad, para poder visibilizar ante la comunidad los derechos de las personas con discapacidad.
“El 18 de octubre, el 25 y el 1° de noviembre estaremos en los edificios municipales repartiendo los folletos y conversando con vecinos y vecinas sobre los derechos de las personas con discapacidad”, dijo la docente. “Buscamos que se comprenda que nadie está ajeno a que esto le suceda; la discapacidad se puede adquirir, la baja visión se puede adquirir y es necesario ponernos en empatía para que se comprendan las barreras que existen”.
Las personas adultas con ceguera o baja visión que concurren al servicio de la Kayú Chénèn tienen “orientación y movilidad”, “manejo personal” que son actividades de la vida diaria que deben volver a reaprender y luego otras actividades importantes para revincularse.