Comenzaron las huelgas en contra de la reforma jubilatoria de Macron, que busca elevar la edad de jubilación a los 64 años. Ya en 2010, el presidente Nicolás Sarkozy había conseguido, ante una gran resistencia, elevarla de 60 a 62 años.
Con más de 400 mil personas manifestándose en París, y otras 200 huelgas en todo el país, fueron paralizados los servicios de trenes, así como las escuelas. Acorde a las encuestas, el 61% de la población rechaza el proyecto y el 58% está a favor de las protestas.
Además, la reforma pretende que para el 2027 se exija tener 43 años de aportes para cobrar la jubilación completa.
Un 70% de docentes de primaria participa en el paro y 65% de los secundarios.
Líneas de metro fueron completamente cerradas y otras 12 funcionaron parcialmente, según lo informó la empresa RATP. Asimismo, el suministro eléctrico se encuentra reducido.
El 70% del personal en las refinerías de petróleo también participó de la huelga.
En medio de este clima conflictivo, el gobierno intentaría darle forma final al proyecto y enviarlo al parlamento, acelerando el tratamiento de la reforma.