En su primer acto político del año, el que fuera presidente entre 2017 y 2021 prometió a sus seguidores que el Partido Republicano ganará las elecciones de medio mandato en noviembre y “recuperará la Casa Blanca” en las de 2024, pero no llegó a precisar si él mismo se presentará a esa última cita con las urnas.
“Vamos a organizar un regreso como el que nunca antes se ha visto”, dijo Trump a cientos de sus seguidores en Florence (Arizona) durante una asamblea que duró más de hora y media.
El ex Mandatario se refería a las elecciones legislativas de noviembre, en las que todo apunta a que los republicanos, un partido sobre el que él mantiene todavía un férreo control, retomarán el control de la Cámara Baja y posiblemente del Senado, además de controlar otros muchos cargos estatales.
Lo que sí entusiasmó a los asistentes fueron sus ataques al Presidente estadounidense, Joe Biden, y al Partido Demócrata; así como sus denuncias, nuevamente sin pruebas, de que hubo un fraude en las elecciones de 2020, que él perdió.
“La verdadera insurrección tuvo lugar el día de las elecciones, el 3 de noviembre”, subrayó. Arizona es uno de los estados clave que Trump perdió por un margen de apenas unos miles de votos en 2020.
De ahí pasó a criticar la gestión de Biden, de quien dijo que ha causado más “problemas y más destrucción” en el último año que “cinco presidentes juntos”.
“Nos estamos convirtiendo en una versión a gran escala de Venezuela, que hace 20 años era un país muy exitoso y ahora no tienen comida, no tienen agua, todo el mundo se muere, lo gestiona un grupo horrible de asesinos”, recalcó.
Trump lamentó que Estados Unidos ya no hable supuestamente de su “grandeza, sus militares y su poder” como otros países, sino que lo haga del “medioambiente, el Covid-19 y la raza”.
El ex Presidente fustigó a su sucesor por los problemas en la cadena de suministros y en la inflación, el volumen de contagios causado por la variante Omicron y su intento de forzar a vacunarse a la mayoría de los trabajadores de empresas privadas del país, frenado por el Tribunal Supremo esta semana.
“Demócratas radicales, dejen a nuestros niños tranquilos con su poderoso sistema inmune”, clamó Trump a sus seguidores, muchos de ellos, reacios a vacunarse contra el coronavirus.