El presidente Donald Trump anunció este domingo que, ante el avance del coronavirus, extenderá hasta el 30 de abril la política de “distancia social” que había sido impuesta por el jefe de la Casa Blanca y que finalizaría este martes, por lo que la gente seguirá en sus casas y los negocios continuarán cerrados.
En su habitual conferencia de prensa sobre la pandemia, Trump anunció desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca que las recomendaciones federales a los estadounidenses de “distancia social” se extienden un mes más. Esta política recomienda a los estadounidenses quedarse en sus casas (sobre todo a los ancianos o vulnerables), trabajar desde el hogar en forma electrónica, cancelar clases, evitar reuniones y lugares públicos como restaurantes y bares, y no acercarse a otra persona a una distancia menor de 1,8 metros.
Estas restricciones hoy están en vigencia en todo el país, aunque cada estado tiene particularidades propias. Sin embargo, en ningún lugar de Estados Unidos se decretó una cuarentena como en España, Italia o Argentina. Si bien la mayoría se queda en sus casas, la gente puede salir a dar una vuelta por la calle, andar en bicicleta o hacer ejercicio manteniendo la “distancia social”.
La decisión de Trump va de la mano de una fuerte advertencia de los expertos en salud. De hecho, el principal epidemiólogo del gobierno de Estados Unidos, Anthony Fauci, advirtió este domingo que, según las proyecciones, el número de muertos por COVID-19 en el país podría alcanzar los 100.000 muertos, o incluso más, y que los contagiados pueden ser millones.
Aunque Fauci explicó que son los del peor escenario posible, estos pronósticos se contradicen con las expectativas del presidente, que en un comienzo minimizó la situación y quería aliviar las restricciones impuestas a los estadounidenses de quedarse en sus casas y evitar la propagación del virus. Trump dijo la semana pasada que quería reabrir los negocios en el país para la Semana Santa y así celebrar una verdadera Pascua de la Resurrección, donde los negocios reabrieran y comenzara a reactivarse la maltrecha economía. Pero los sanitaristas advierten que, por ahora, ese plazo no es el indicado para levantar las medidas que causarán estragos en la economía, según calculan los expertos.
La cantidad de infectados en Estados Unidos, el país que tiene más casos de coronavirus en el mundo, ya alcanzó los 150.000, con más de 2.400 muertos, según la Universidad Johns Hopkins. Pero si bien hay reportes en los 50 estados, hay algunos focos que son más severos. Nueva York es el principal, con casi 60.000 casos, y luego siguen el vecino New Jersey, y después California y Michigan.