Judiciales

Tras 16 años de calvario, revela la identidad de su abusador  

Cindi Fuentes,  es madre de dos hijas, con un marido que la acompaña y apoya permanentemente. Cuando tenía 10 años, sufrió abusos sexuales que cayó durante 16 años. Hizo la denuncia en la Comisaría de la Mujer y ya ha declarado en la Justica.

En un triste y extenso relato, Cindi logró animarse a contar lo que le había sucedido,  habló con FM Fuego a fin de dar a conocer a quien fuera su abusador.



16 años pasaron del martirio que le toco vivir cuando tenia tan solo 10 años.

Los abusos sexuales perpetrados por un amigo, una persona de confianza de la familia que le habría causado un daño irreparable y que la acompañaría el resto de su vida.

Cindi quiere que se conozca su historia y la identidad del abusador.

"Fue en el 2005, cuando tenía 10 años, comenzó con abusos de manoseos constantemente durante todo ese año. Tuve abusos por parte de Pancho, Francisco Giménez, era padrino de mis hermanos, muy allegado a la familia, aparentaba ser muy buena persona, pero era un monstruo por dentro".

Cindi siguió con su relato: "Los manoseos comenzaron por debajo de mi ropa interior, con gestos bastantes asquerosos, repugnantes, cada vez que él me tocaba me preguntaba si a mi me gustaba, que el lo iba a hacer porque veía mi cara y decía que a mi me gustaba lo que él me hacía, interpretando él lo que yo pensaba. Pero no era así, tenía solamente 10 años, no sabía ni siquiera lo que estaba haciendo, no tenía la noción de lo bien o mal que me hacían, el miedo tampoco me dejaba hablar, me lo guardé por 15 años, hasta el año pasado que recién pude hablar con mi familia, con mi esposo, con mi madre".

"Ahora quiero que todos los conozcan, que todos sepan quien es realmente, el daño que me causó durante todo ese tiempo porque no solamente fue un año de abusos, sino que después fue algo horrible, tener ganas de suicidarme con tan sólo 12 años. No es justo que él ande caminando por la calle, con todo el daño que me hizo. Hoy quiero hablar porque tengo dos hijas y no me gustaría que ellas pasen por esta situación, que se conozca y que se haga justicia, muchas veces no nos damos cuenta del daño que hacen".

En su relato expresó en que momentos sucedían estos abusos: "Esto pasaba en el momento en que mi mamá y mi papá trabajaban, durante la mañana y tarde, en épocas de vacaciones fue durante la mañana. El podía ir cuando quería a mi casa porque se tomaba todos los atributos que era parte de la familia".

Pero una vez Cindi, dijo basta y así lo cuenta: "Una vez le dije que si él me seguía tocando iba a hablar, fue cuando me llevó hasta su domicilio en auto, que era un Kia bordó, me llevó todo el camino con su mano arriba de mis piernas, diciéndome que estaba creciendo, cosas asquerosas".

"Tenía tanto miedo de hablar, cuando quería hacerlo pensaba que no me iban a creer porque es lo primero que se te viene a la cabeza cuando sos tan chica y te causan este daño tan grande. Muchas veces durante la noche no podía dormir porque tenía mucho miedo, me agarraba ansiedad, tenía pánico de dormirme, despertarme y que él estuviera ahí, por eso las ganas de dormirme y no despertarme más".

"Cuando era niña hice cartas que me iba a matar para dejar de sufrir o para que voy a seguir viviendo si mi vida ya no tenía sentido, no tenía el valor para hablar, entonces para mi era más fácil encerrarme, estar sola, me venían a buscar para jugar y yo estaba encerrada en mi pieza, no quería salir".

Cindi comentó además que por su manera de ser, sus padres sospecharon que algo le sucedía: "Mis padres me preguntaban, que pasa hija, porqué dormís tanto, porqué no salís, porque sos tan violenta?, preguntas a la que no contestaba, tenía miedo de decir lo que me estaba pasando realmente, me preguntaban si él me había hecho algo, si me había manoseado y yo siempre lo negaba, y les decía que no había pasado nada. Todo era porque cuando él venía yo le cerraba la puerta y le decía que quería que venga cuando estén ellos.

Finalmente, relató los motivos que la impulsaron a contar su verdad: "Cuando le conté a mi mamá, se le partió el corazón, sentí que le estaba fallando porque ella me había dado la confianza para que le diga lo que me pasaba, pero no podía hablar. Se lo conté porque en esos momentos mi papá estaba en Buenos Aires, por tema de salud con mi hermano, se quedaron allá por la pandemia. También le conté a mi esposo que es quien se ha bancado todo, que ha estado conmigo en las noches que no puedo dormir. Hemos estado mirando películas y hay escenas de este tipo en las que no puedo contenerme, me largo a llorar, me pone mal"." En diciembre del 2020 pude hablar con mi papá y con mis hermanos, porque lo cruzamos en la calle, justo antes de las fiestas, nos siguió hasta la casa de mi suegra y dije "como andan", mi marido que estaba operado le dice que es un caradura, él se hace el sorprendido y yo le digo, sabes que pasa, que hablé, conté todo, ahí agarró su auto y se fue, nunca más lo volvimos a ver".

En la cuarentena la pasé re mal, al sacarlo a la luz fue escarbar todo mi pasado, todo mi calvario, los momentos en que me sentía morir.

En mayo de este año hice la denuncia en la Comisaría de la Mujer y en septiembre fui a declarar al juzgado, ahora está todo en manos de la justicia", finalizó diciendo Cindi Fuentes, una victima más de abuso que se anima a dar a conocer su historia en busca de justicia.

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