En una entrevista por FM Fuego, la representante de los trabajadores de la ex Ambassador, celebró, “Después de casi tres años de incertidumbre y de distintos desaciertos, fuimos trabajando para llegar a este resultado que nos tiene muy contentos y felices. Disfrutamos de cada día porque aun hoy nos parece increíble pero tampoco no dejando de estar atentos a lo que va sucediendo”.
“Desde que compró la planta el Grupo Mirgor nos parece vivir un sueño, y que se vayan cumpliendo los distintos pasos es muy alentador para nosotros”, agregó la trabajadora.
Sobre el alcance del personal contratado, refirió, “Somos 59 trabajadores que en su momento quedamos a la deriva, en la actualidad somos 50 porque algunos por cuestiones de salud o que ya han encontrado trabajo no continúan con nosotros”.
Y recordó, “El 22 de diciembre del año pasado entregamos la planta y se hizo todo lo que legalmente correspondiese al finalizar el concurso. Como se sabe una de las cláusulas de la compra que impuso el juez, es que la empresa que comprara tenía que contratar a los 59 trabajadores”.
En esa línea, Ragusa señaló que aún quedan tareas vinculadas al acondicionamiento de la planta, “Estamos contratados por un tiempo de 18 meses, estamos cobrando aunque aún la planta no está activa porque hay que hacer determinados arreglos en el edificio”.
En cuanto a la última novedad respecto a que la CAAE (Comisión para el Área Aduanera Especial) aprobó el inicio de producción de televisores, detalló, “El día que se abran las puertas se va a continuar produciendo en la planta, en definitiva ya pertenecemos a Mirgor, somos personal de la empresa”.
“Hemos tocado todas las puertas habidas y por haber que se fueron presentando en el camino, a través de nuestro consenso y el dialogo con compañeros, de las asambleas que a veces se prendían fuego, iban saliendo determinaciones que íbamos cumpliendo pero también desde el total desconocimiento”, reconoció la trabajadora respecto a la lucha llevada adelante.
“Fue un camino muy duro y en cada paso que dábamos íbamos abriendo los ojos para determinadas cuestiones. Tal es así que cuando realizamos las denuncias en el Ministerio de Trabajo hace un poco más de dos años atrás, nos dijeron que ya no había más nada que hacer, que pese a todo lo realizado no había más a nadie que reclamarle, porque la planta estaba vacía de gerentes y directivos”, rememoró sobre el inicio del reclamo.
Para finalizar, Sandra Ragusa expresó, “Tuvimos mucho altibajos, con la llegada de la pandemia debimos reacomodar nuestras vidas con las guardias en la planta para no abandonarla en ningún momento. Se han muerto por el Covid-19 y otras enfermedades, muchos seres queridos nuestros, en mi caso perdí a mi padre y tenía que estar en todos lados, en la lucha, con mi padre y con mi familia, y así le pasó a un montón de compañeros pero siempre nos dábamos fuerzas para decir sigamos”.