Carlos Dieguez, abogado de la madre de Josué Salvatierra, el adolescente de 14 años, que fue asesinado junto en Florencio Varela, se apartó de la hipótesis oficial que sostiene que los homicidios fueron producto de un robo. En una entrevista, el letrado subrayó que los crímenes fueron mucho más violentos y calculados que un simple robo.
"No es un robo común. Acá se garantizó la muerte de los dos chicos", afirmó Dieguez. "Porque en ese sendero, en ese camino vieron algo que no tenían que ver", explicó. Según el abogado, la versión policial no tiene en cuenta el contexto de la zona, que según los vecinos, es conocida por el narcomenudeo. "No se habla sobre que ahí se reúne gente para el narcomenudeo", señaló, recalcando que tanto los jóvenes como los testigos en el área indican un movimiento extraño de personas muy "pesadas".
El letrado también cuestionó la versión oficial del robo, preguntando: "¿Quién mata a dos personas en pleno día para robar una mochila y dos celulares? ¿Qué resistencia pudieron haber tenido un chico de 14 y una nena de 16?". Para Dieguez, la violencia del crimen apunta a un asesinato dirigido, no a un robo común.
En cuanto a las circunstancias del crimen, el abogado detalló que ambos jóvenes fueron atacados por la espalda y asesinados con una gran violencia, dejando claro que "No puede llevar a cabo semejante crimen tan macabro una sola persona". Según la autopsia, ambos presentaban fracturas de cráneo y signos de defensa.
Por su parte, se le consultó por la familia de Paloma, que es evangelista y se dedica a sacar a la gente de la droga y si es posible que algún grupo criminal podría haber tomado represalia: "Yo abono un cachito ese orden de ideas". Allí también respondió sobre la versión de que hay desconfianza entre las familias: "Esa teoría está". "Se sospecha de una de las familias y no precisamente de la familia de Josué", completó y aclaró: "Es una versión, no tengo nada acreditado de eso. Tengo muchas dudas de eso".
Finalmente, sobre el caso, Dieguez reveló que la versión más firme que manejan es que los chicos, sin querer, habrían presenciado algo relacionado con el narcotráfico, lo que habría provocado su trágico destino.
Por su parte, el informe forense confirmó que ambos jóvenes murieron debido a traumatismos de cráneo, causados por un adoquín, y que ambos presentaron signos de defensa. Además, se descartó la hipótesis de que los cuerpos hayan sido mutilados, aunque aún se trabaja en esclarecer los detalles de lo ocurrido en el descampado, donde fueron hallados el sábado 1 de febrero, tras haber sido vistos por última vez el 30 de enero.
Las investigaciones continúan, mientras las cámaras de seguridad muestran a los jóvenes caminando hacia la zona del crimen, pero hasta ahora no se ha confirmado si alguien los seguía o los interceptó en el lugar.