En este contexto, el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, señaló que la decisión de adherir al paro se tomará en función de la voluntad de los trabajadores. "El viernes tendremos una reunión para conversar y nos sumaremos si los compañeros lo deciden. Primero están los nuestros", declaró Fernández, sin confirmar ni descartar la participación en la medida de fuerza.
Actualmente, la UTA se encuentra bajo una conciliación obligatoria que vence el lunes 28 de octubre, plazo en el cual podría definirse la adhesión al paro si no se alcanza un acuerdo salarial. Durante la audiencia paritaria de este jueves, el gremio advirtió que, de no recibir una oferta acorde a las pautas inflacionarias, podrían iniciar acciones gremiales una vez finalizada la conciliación.
Las cámaras empresarias alegaron que la "imposibilidad material" de cumplir con el pedido salarial responde a dificultades financieras agravadas por la inflación y la falta de actualización tarifaria, lo que afecta la estabilidad del sector. Según argumentaron, la pérdida de valor en sus ingresos ha sido significativa, lo que limita su capacidad de mejora salarial.
El Gobierno, en un intento de evitar una adhesión de la UTA al paro, trabaja contrarreloj para facilitar un acuerdo en la reunión paritaria del lunes. La adhesión de los colectiveros podría potenciar el alcance de la medida de fuerza y agravar las complicaciones de transporte en todo el país, de no encontrarse una solución en el plazo estipulado.