El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo anoche en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas que Rusia, que en abril asumirá la presidencia rotatoria del máximo órgano de la organización, planeó la reunión del consejo mucho antes del anuncio de la semana pasada por parte de la CPI.
El tribunal dijo que buscaba el arresto de Putin porque “es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de (niños) y transferencia ilegal de (niños) de las áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa” en el marco de la invasión lanzada en febrero de 2022.
El anuncio de las órdenes de arresto contra Putin y Maria Lvova-Belova, comisionada para los Derechos del Niño en la Oficina del Presidente de la Federación Rusa, fue recibido por Ucrania como un primer paso hacia la rendición de cuentas por parte de Rusia por este presunto crimen de guerra de deportación forzosa en el marco de un conflicto armado.
La orden de arresto fue desestimada por Moscú, que no forma parte de la CPI, como Estados Unidos o China.
El tribunal, con 123 países miembros y sede en La Haya, Países Bajos, es la única corte internacional que juzga a individuos por los tres crímenes más graves posibles, que son los de guerra, contra la humanidad y el genocidio.
El embajador Nebenzia calificó el tema de los niños como "totalmente exagerado" y dijo que Moscú quiere explicar en la reunión del Consejo de Seguridad, alrededor del 6 de abril, que fueron llevados a Rusia "simplemente porque queríamos evitarles el peligro que las actividades militares pueden traer", informó la agencia de noticias Europa Press.
Consultado si Rusia planeaba devolver a los niños. “Cuando las condiciones son seguras, por supuesto. ¿Por qué no?" respondió el diplomático ruso.
El anuncio de la CPI sobre la orden de arresto llegó un día después de un informe de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Ucrania que dijo que había evidencia de la transferencia ilegal de cientos de niños ucranianos a Rusia.
La comisión dijo que tanto los padres como los niños enfrentaron muchos obstáculos para establecer contacto, y concluyó que las deportaciones forzadas “violan el derecho internacional humanitario y constituyen un crimen de guerra”.
El gobierno ucraniano afirma que 16.221 niños han sido llevados a Rusia desde que comenzó la guerra.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, estuvo ayer en Londres en una conferencia de ministros de Justicia de más de 30 países, horas después de que la Justicia rusa anunciara la apertura de una causa en su contra por haber iniciado "un procedimiento penal contra una persona notoriamente inocente" y acusarla de un delito grave.
“Devuelvan a los niños, repatrien a los niños”, dijo Khan.