Provinciales

Regresaron los docentes bicontinentales: "Cuando uno va a la Antártida y regresa al continente, siempre está añorando volver"

Este fin de semana, arribaron los docentes bicontinentales que cumplieron funciones en la Escuela Provincial Nº 38, Raúl Ricardo Alfonsín, ubicada en la Base Antártica Esperanza. Para conversar al respecto, Fm Fuego se comunicó con el docente Víctor Hugo Zalazar, quien brindó detalles de la maravillosa experiencia.

Respecto de la experiencia vivida a lo largo de todo este año, mencionó que “fue nuestra segunda experiencia, súper linda y positiva” y agregó “nos tocó el desafío de continuar con las clases presenciales durante todo el año, ya que el Covid-19 no ingresó a la Antártida, tuvimos una actividad normal”. Señaló que luego del mes de marzo “nuestra base quedó cerrada y no tuvimos visitas de nadie”.

Comentó que viajó con su familia “somos 4 integrantes, Mariana que es mi esposa, directora de la escuela y nuestros hijos Ignacio de 9 años que cursó 4º grado y Victoriano de 11 años que fue a 6º año”. Destacó que “Ignacio tuvo la experiencia de que le tome la promesa de lealtad a la bandera el Presidente de la Nación y el mayor, se lleva como experiencia haber egresado de la escuela”.

Víctor aseguró que “cuando uno va a la Antártida y regresa al continente, siempre está añorando volver, allá se vive muy intensamente. Si bien somos pocas personas, las amistades que uno hace y el trabajo colaborativo que uno desarrolla no lo he visto en otro lado” y añadió “allá todos colaboramos, tenemos una función que tenemos que hacer porque si uno no cumple recarga de trabajo a otra persona”.

“Es una experiencia muy linda y recomendable, los que tengan la posibilidad de ir a la Antártida van a vivir esto que es único” expresó y señaló que “son desafíos que uno se plantea y que para llevarlos a cabo uno tiene que brindarse al 100%. Cada uno desde su rol”. Al respecto de esto último dijo que “nosotros desde la parte educativa. La escuela en la Base esperanza es un generador de actividades constantes, para quienes están lejos de la familia es muy importante, en cierto momento del año cuando uno decae en cuanto al ánimo, sirven de distracción y mejoran la estadía”. Afirmó que “el trabajo es arduo, pero es muy gratificante, es un desafío muy lindo”.

Sobre la experiencia de sus hijos, sostuvo que “fue algo muy lindo y positivo” ya que “fueron ellos quienes nos impulsaron a nosotros para presentar nuevamente el proyecto educativo ante el Ministerio de Educación para poder regresar”.  Mencionó que se debe a que “los chicos pueden jugar y recorrer la base, vas caminando y pasan los pingüinos por al lado, si vas a la costa podés ver focas, ver el trabajo de las personas que trabajan en la Base, que son cosas que a ellos les encanta”.

Asimismo, destacó el tiempo de calidad que se comparte allí con la familia “allá compartimos el trabajo con nuestros hijos porque somos sus profesores, eso se disfruta un montón”.

Acerca de la vuelta a casa, dijo “es un cambio muy grande desde la paz total a ver autos, edificios, el ruido. La verdad es que cuesta un poquito” en razón de que “en Base Esperanza uno disfruta del paisaje, la tranquilidad, la familia y de las amistades que en muy poco tiempo se pueden formar”.

Señaló que la Escuela Nº 38 está encuadrada dentro de las escuelas rurales y su método de estudio es el multigrado “uno hace una división, en este caso por ciclo, para dar clases. La institución cuenta con 3 aulas, entonces cada una era para un nivel”. Precisó que este año la escuela contó con 14 alumnos “un alumno en sala de 4 y otro en sala de 5. Tuvimos todos los grados de 1º a 6º y en el nivel secundario, ellos estudian a distancia por una plataforma del Ejército Argentino, un sistema como el que hicieron este año los chicos del resto del país”.

“Es una manera distinta de enseñar y muy positiva, se dan intercambios muy ricos entre los distintos alumnos y eso es muy bueno” concluyó.

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