Eduardo Durañona, representante de la querella en el juicio por el secuestro y asesinato del adolescente, ocurrido en 2010, aseguró antes de dar su alegato que esperan "penas durísimas" para los 11 imputados


Antes de iniciar su alegato ante el Tribunal Oral Federal 3 de San Martín, el abogado de la familia Berardi, Eduardo Durañona, adelantó que la querella va a "pedir una pena dura para todos".

"La idea de esta querella es que sean penas durísimas y que estas personas se pudran en la cárcel", afirmó el abogado de Juan Pablo Berardi y María Inés Daverio, los padres de Matías.

Para Durañona, el asesinato de Berardi fue un crimen "a sangre fría" y criticó a los 11 imputados por no haber declarado en los cinco meses que duró el juicio.

"No tienen la valentía de declarar en el juicio y decir cómo son las cosas pero sí son valientes para matar a un chico por la espalda y a 50 centímetros", señaló. En relación a la imputada que tenía 17 años al momento del hecho, dijo que "el tema de que lo ayudó a Matías a escapar es una versión" y que él no cree "que eso sea un atenuante para la pena de esta chica".

"Nosotros tenemos probado que todos los que están detenidos participaron de una u otra manera en el hecho, ya sea activamente o colaborando y cumpliendo un rol determinado para lograr el secuestro, la recaptura y la muerte de Matías", dijo el letrado.

"Por la ley de menores no podemos pedir la prisión perpetua porque era menor al momento del hecho. Ahora es mayor, entonces vamos a pedir una pena acorde, menor, pero dura", concluyó.

El caso

Todo se inició el 28 de septiembre de 2010, cuando el chico volvía de una fiesta de egresados que se realizó en la Costanera Norte de la Capital Federal y fue secuestrado en el cruce de Ruta 26 y Panamericana, cuando se dirigía a su casa.

La víctima estuvo presa en un taller de la localidad de Benavídez, de donde logró escapar pero pese a pedir ayuda no fue asistido; posteriormente fue recapturado y asesinado en un descampado de Campana.