Lo intentarán a través de globos con antenas a 20 mil metros del suelo. Una joven chilena que estudió ingeniería aeroespacial en el MIT explicó la idea
Google tiene muchos proyectos que parecerían sacados de una película de ciencia ficción. En esta oportunidad se dio a conocer el Proyecto Loon, una iniciativa para hacer realidad el sueño de un mundo totalmente conectado.
Sameera Ponda es una joven chilena de padres hindúes que estudió ingeniería aeroespacial en el prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). La chica ideó una manera de lograr que todos los seres humanos puedan acceder a una conexión.
¿Cómo? Se trata de colocar en la estratosfera, a 20 mil metros del suelo, por encima de los aviones y las nubes, una serie de globos con antenas que, llevados por las corrientes de aire, floten alrededor de la tierra. Abajo, en tierra, se colocan otras antenas que se conectan con las de los globos para acceder a Internet.
"Suena un poco a ciencia ficción, pero estoy segura de que el proyecto se va a hacer realidad. Vamos a hacer el máximo para lograr un objetivo tan importante", señaló Ponda. El objetivo es incorporar a la red a los millones de personas que aún no tienen acceso, para que "puedan beneficiarse del progreso".
Actualmente dos de cada tres personas en el mundo no tienen acceso a la red y tenerlo les puede cambiar la vida en áreas como la educación, la salud y la agricultura, entre muchas otras.
Ponda, que se fue de Chile a Estados Unidos con su familia cuando tenía 16 años, destaca que el proyecto está aún en fase experimental y no se atreve a aventurar cuánto tiempo más pasará antes de que sea una realidad.
Sin embargo, señala que desde enero, cuando ella se sumó al equipo, se avanzó "muchísimo". Oficialmente el proyecto arrancó en 2013 con una prueba piloto en Nueva Zelanda, en la que se lanzaron unos treinta globos y medio centenar de vecinos de la zona actuaron como controladores desde tierra. Seis de los globos fueron lanzados a la vez y lograron estar conectados entre sí.
Para 2014 está planeada una prueba similar en un lugar aún no definido, pero además desde California cada semana se hacen pruebas.
Casi cada uno de los elementos del proyecto está todavía por definir y seguramente, como convino Sameera Ponda, el resultado final no se parecerá en nada a lo que es ahora.
Los globos con los que se trabaja ahora en el proyecto están hechos en polietileno, un tipo de plástico, pero la ingeniera indicó que se está "probando todo tipo de materiales".
Se trata de conseguir que sean más resistentes al frío y las radiaciones solares y así duren más, que sean más económicos y a la vez tengan más capacidad de maniobra y se pueda controlar mejor su trayectoria.
En promedio ahora pueden durar 20 días y lo que se busca es que aguanten hasta 100 días en la estratosfera.
El globo está lleno de helio en la parte de arriba y de aire en la de abajo y cuenta con una bomba que permite hacer entrar o salir el aire según se necesite para regular la altura.
Cada uno pesa unos 85 kilos con todos los equipos, que incluyen la antena, los sistemas mecánicos y los electrónicos que permiten controlar la navegación, calentadores, paneles solares, pues desde el punto de vista de la energía son sustentables, y un paracaídas, diseñado por Ponda, para evitar que si caen lo hagan bruscamente.
Para el lanzamiento, se funciona como si fuera un avión, pues en su subida hacia los 20 mil metros de altitud, que dura unos 45 minutos, deben atravesar el espacio que usan las aeronaves, así que se piden los permisos necesarios y se avisa a los aeropuertos de la zona.
Cada globo permitiría cubrir un área de 40 kilómetros a la redonda y prestar un servicio a las personas que viven allí con una velocidad de conexión de 3G