Pequeños focos de contagio de coronavirus se detectaron a diario en España durante la primera semana de "nueva normalidad", luego de que el fin del estado de alarma en el país derivará en la intensificación de la vida social y los desplazamientos por todo el territorio.
Sin embargo, la pandemia sigue bajo control, según el Ministerio de Sanidad, que reportó hoy tres fallecidos y 191 nuevos casos en las últimas 24 horas, lo que elevó el total de fallecidos a 28.341 y el de infectados a 248.469.
Por primera vez en tres meses y medio, el país vive el primer fin de semana completo de libertad absoluta de circulación entre regiones, con las fronteras reabiertas parcialmente, tiempo caluroso en la mayoría del territorio y está a días del inicio de las vacaciones de verano, la temporada turística más importante del año.
Ante esta situación, el presidente Pedro Sánchez pidió hoy "disfrutar de la normalidad recuperada", pero sin "bajar la guardia", ya que el coronavirus sigue circulando y es necesaria la cautela hasta que haya vacuna o remedio, reportó la agencia de noticias EFE.
Tanto ayer como hoy se detectó tráfico intenso en las salidas de algunas grandes ciudades, dado que muchos españoles quisieron aprovechar para reencontrarse con familiares y amigos, disfrutar de segundas residencias y lugares de esparcimiento.
En los destinos costeros, muy demandados en esta época por españoles y extranjeros, los municipios impusieron normas de uso de las playas para limitar el contacto social y evitar el contagio, aunque no siempre respetadas por el público.
Las autoridades sanitarias manifestaron su preocupación por las celebraciones y las aglomeraciones públicas sin guardar la distancia interpersonal mínima de un metro y medio ni usar tapabocas, obligatorio en esos casos, a la vez que reclamaron una mayor responsabilidad en las relaciones sociales, sobre todo de adolescentes y jóvenes.
El Gobierno intensificó la detección temprana de cualquier nuevo punto de transmisión, lo que supone rastrear el origen, localizar y aislar a los contagiados rápidamente para evitar que la Covid-19 vuelva a causar otra grave crisis sanitaria en España, uno de los países más golpeados por la pandemia.
Uno de los focos más importantes en este momento, aunque "controlado", es el de 89 contagiados en un centro de acogida de Cruz Roja en la ciudad andaluza de Málaga, en el sur del país.
"Brotes como éste los vamos a tener con frecuencia" a medida que aumente el movimiento de personas, consideró hoy el presidente regional andaluz, Juan Manuel Moreno, en declaraciones radiales.
Otro brote importante continúa activo en cuatro comarcas de la región noreste de Aragón, con unos 300 casos positivos.
En tanto, el departamento de Salud de la norteña región de Cataluña, una de las más afectadas del país, se prepara para una eventual segunda ola de la epidemia de "una cierta intensidad" en septiembre.
El estado de alarma, declarado el 14 de marzo, duró prácticamente cien días en España, hasta el sábado pasado.
En ese período, el Gobierno español impuso restricciones muy severas de movimiento de la población y de las actividades socieconómicas para frenar la infección, con innumerables empresas cerradas temporalmente, muchas del importantísimo sector turístico, que representaba el 12,3% del Producto Interior Bruto (PBI) y el 12,7% del empleo (2,45 millones de trabajadores) antes de la crisis.
Para relanzar la actividad, el país emprendió campañas nacionales e internacionales para presentar a España como un destino seguro, pero con el reto de detectar en los aeropuertos la llegada de personas contagiadas.
También las cadenas hoteleras buscan reforzar la percepción de seguridad en sus instalaciones, con el apoyo de certificadoras internacionales, y completan su oferta con servicios médicos novedosos.
Sin embargo, la pandemia sigue bajo control, según el Ministerio de Sanidad, que reportó hoy tres fallecidos y 191 nuevos casos en las últimas 24 horas, lo que elevó el total de fallecidos a 28.341 y el de infectados a 248.469.
Por primera vez en tres meses y medio, el país vive el primer fin de semana completo de libertad absoluta de circulación entre regiones, con las fronteras reabiertas parcialmente, tiempo caluroso en la mayoría del territorio y está a días del inicio de las vacaciones de verano, la temporada turística más importante del año.
Ante esta situación, el presidente Pedro Sánchez pidió hoy "disfrutar de la normalidad recuperada", pero sin "bajar la guardia", ya que el coronavirus sigue circulando y es necesaria la cautela hasta que haya vacuna o remedio, reportó la agencia de noticias EFE.
Tanto ayer como hoy se detectó tráfico intenso en las salidas de algunas grandes ciudades, dado que muchos españoles quisieron aprovechar para reencontrarse con familiares y amigos, disfrutar de segundas residencias y lugares de esparcimiento.
En los destinos costeros, muy demandados en esta época por españoles y extranjeros, los municipios impusieron normas de uso de las playas para limitar el contacto social y evitar el contagio, aunque no siempre respetadas por el público.
Las autoridades sanitarias manifestaron su preocupación por las celebraciones y las aglomeraciones públicas sin guardar la distancia interpersonal mínima de un metro y medio ni usar tapabocas, obligatorio en esos casos, a la vez que reclamaron una mayor responsabilidad en las relaciones sociales, sobre todo de adolescentes y jóvenes.
El Gobierno intensificó la detección temprana de cualquier nuevo punto de transmisión, lo que supone rastrear el origen, localizar y aislar a los contagiados rápidamente para evitar que la Covid-19 vuelva a causar otra grave crisis sanitaria en España, uno de los países más golpeados por la pandemia.
Uno de los focos más importantes en este momento, aunque "controlado", es el de 89 contagiados en un centro de acogida de Cruz Roja en la ciudad andaluza de Málaga, en el sur del país.
"Brotes como éste los vamos a tener con frecuencia" a medida que aumente el movimiento de personas, consideró hoy el presidente regional andaluz, Juan Manuel Moreno, en declaraciones radiales.
Otro brote importante continúa activo en cuatro comarcas de la región noreste de Aragón, con unos 300 casos positivos.
En tanto, el departamento de Salud de la norteña región de Cataluña, una de las más afectadas del país, se prepara para una eventual segunda ola de la epidemia de "una cierta intensidad" en septiembre.
El estado de alarma, declarado el 14 de marzo, duró prácticamente cien días en España, hasta el sábado pasado.
En ese período, el Gobierno español impuso restricciones muy severas de movimiento de la población y de las actividades socieconómicas para frenar la infección, con innumerables empresas cerradas temporalmente, muchas del importantísimo sector turístico, que representaba el 12,3% del Producto Interior Bruto (PBI) y el 12,7% del empleo (2,45 millones de trabajadores) antes de la crisis.
Para relanzar la actividad, el país emprendió campañas nacionales e internacionales para presentar a España como un destino seguro, pero con el reto de detectar en los aeropuertos la llegada de personas contagiadas.
También las cadenas hoteleras buscan reforzar la percepción de seguridad en sus instalaciones, con el apoyo de certificadoras internacionales, y completan su oferta con servicios médicos novedosos.