El 13 de marzo del año 2018 Tomás Delamata, un joven riograndense conocido en el ámbito musical, falleció luego de caer desde un tercer piso en un edificio ubicado en el barrio porteño de Belgrano.
La causa fue cerrada como suicidio, en donde los dos jóvenes que lo acompañaban ese día fueron sobreseídos en tres oportunidades, sin embargo, en una última presentación hubo un revés en la causa y fueron procesados por el delito de ‘homicidio culposo’.
Al respecto el abogado de la familia de Delamata, el Dr. Luis Felipe Ricca, indicó: “Hubo un archivo por inexistencia de delito en un sumario policial, bastante raro porque fue llevado muy livianamente tomando en cuenta de que hay 3 personas en un departamento y de golpe una cae por la ventana. Son circunstancias extrañas, policialmente y el fiscal en su momento lo trabajaron mal, es criticable. Norma Delamata, la madre de Tomás, vino a vernos e insistió en que algo había pasado”.
“En principio vimos que era difícil reabrir la causa, -continuó narrando Ricca-, el sumario tenía la declaración de los policías intervinientes, estudios de autopsia, informes toxicológicos que mostraban que Tomás no estaba drogado ni alcoholizado, la reconstrucción del crimen con Atamaniuk y Almaraz como testigos. Siguiendo nuestro consejo Norma volvió a Río Grande y después de un año empezaron a aparecer pruebas, correos electrónicos, entre amigos de Delamata, Atamaniuk y Almaraz, uno particular donde este último reconocía que Tomás se le había caído. Todo fue en medio de la pandemia con una investigación light, porque era vía telefónica con el sistema de vídeo de WhatsApp, sin las formalidades propias de una investigación criminal, los chicos declaraban desde Río Grande. La Juez entonces sobreseyó, esto fue motivo de recusación porque adelantó su opinión manifestando que, aunque se hiciera cualquier prueba iba a tomar esta medida. Triunfó la recusación y tocó otra jueza que volvió a sobreseer, la Cámara volvió a revocar y hacer un sumar, se indagó a los dos imputados, posteriormente se dictó una falta de mérito que se convirtió en el último sobreseimiento del 28 de noviembre del año 2022”.
“Esto tuvo una particularidad, siempre estuvimos en soledad, desde que la querella empezó en enero del año 2012, porque el Ministerio Público Fiscal no nos acompañaba. Todo se hizo a cargo de la querella. El 8 de marzo la Cámara de Crimen revocó el último sobreseimiento, ordenó el procesamiento de Atamaniuk y Almaraz en orden al delito de ‘homicidio culposo’ con un embargo de 3 millones y medio de pesos”, añadió.
En este sentido refirió al eco favorable que se obtuvo desde la Cámara: “En la sala sexta 3 hay jueces de mucha carrera, quienes coincidieron en que esto debería ir a un juicio oral y público. Esperaremos que sortee el tribunal interviniente y nos veremos cara a cara en Buenos Aires, con las formalidades de la ley, dentro de 6 meses como mínimo”.
“No puede ser que haya 3 personas en un departamento y de golpe una caiga por la ventana, es insólito, ahí pasó algo y tenemos muchas pruebas, indicios y presunciones que llevan a pensar que hubo una pelea que terminó así”, declaró.
En este punto, apuntó a la hipótesis sobre la que trabajan, asegurando que el juicio será oral: “La hipótesis de trabajo es que Delamata, quien no vivía en el departamento, se juntó con Atamaniuk y Almaraz en el departamento del primero para tratar unos temas del grupo ‘Barras de Hielo’ y luego hubo un cambio de palabras. Los juicios orales son reveladores y si se toman con las formalidades que corresponden no es fácil esconderse, apelamos a que los amigos empiecen a contar las cosas como corresponden. De hecho, la misma jueza en el último sobreseimiento determinó un falso testimonio en uno de los testigos”.
“Hay una particularidad, en el último recurso el fiscal general de la Cámara de Crimen adhirió al recurso de acusador particular de la querella y pidió el procesamiento. Ya no estamos solos, sino que nos acompaña el fiscal”, puntualizó.
Sobre los anteriores sobreseimientos, opinó: “Son problemas de apreciación de la prueba de acuerdo a la zona crítica, es habitual que el juez resuelva de una manera y la Cámara de otra. Hay que marcar los errores del juez y que el tribunal a que uno apeló recoja favorablemente lo que uno dice”.
Por último, el Dr. Ricca fue consultado por la posible prescripción de la causa: “No va a operar, porque el llamado a indagatorias interrumpió la prescripción que venía del año 2018 al 2022 y se reanuda un término nuevo, la pena máxima para un homicidio culposo es de 5 años”.