En diálogo con el Gerente de Deportes, Juventud y Cultura del municipio de Río Grande, Sebastián Bendaña hizo referencia a las serenatas estudiantiles que son una tradición en la ciudad, debido a la carta de las autoridades educativas de un colegio de nuestra ciudad.
La serenata comienza el lunes 31 de octubre a partir de las 23:55 hs., contará con el dispositivo de seguridad que se usó el año pasado, baños químicos, personal de salud (dos médicos, una ambulancia y cuatro enfermeros, coordinados con el Hospital Regional de Río Grande), 10 DJs en total con la novedad de que se contará con DJs mujeres, noches temáticas. "Queremos que los chicos vayan, se diviertan, y que entiendan que esta etapa es única en su vidas, y queremos que quede regada de buenos recuerdos".
Alrededor de 1400 chicos egresan en la ciudad de río grande por año, el mínimo que concurre por noche es de 900 personas

“Cada vez que organizamos una actividad procuramos, entre todas las cosas que ponemos en consideración, obviamente, dar las garantías de seguridad, y en el caso de las serenatas estudiantiles no son una excepción.” El año pasado fue la primera de la actual gestión. Mencionó a su vez que el sistema de seguridad empleado cuenta con 150 personas en total incluyendo agentes de tránsito, personal civil, policía, seguridad privada, personal de promotoras de género, promotores territoriales, de la agencia de deportes, de la dirección de juventud.
"Ofrecemos en la previa, diferentes sistemas de seguridad para que también los padres estén tranquilos, hay que recordar que no es que los chicos se puedan anotar para ir a la serenata sino qué, tienen que ser los propios papás quienes dan el consentimiento a través de una firma, acercándose al municipio para que ese chico quede habilitado a poder ir. Luego cada chico debe ser identificado, se le toma una fotografía y se escanea un código QR donde aparecen los datos del menor y sus respectivos tutores. Es decir, se busca dar seguridad a las familias, lejos de ese comunicado que trascendió de que el municipio no da garantías en cuanto a la seguridad. Es un espacio cerrado que los padres saben dónde queda, a qué hora empieza, que es a la hora 0:00 y que saben a qué hora termina, a las 5 de la mañana".
Respecto al trágico accidente del año pasado donde un joven murió atropellado y el hecho de los jóvenes que se juntan previamente para tomar alcohol, dijo que “consideraba injusto” relacionar el accidente con el evento.
"Muchos piensan que el problema de este tipo de festejos tiene que ver con el consumo o la ingesta de alcohol, y no, el mayor problema que existe son de aquellas personas que quieren ir a la serenata sin nada que ver en esta fiesta, inclusive muchos mayores." Por eso último, precisamente, se piden los listados de aquellas personas habilitadas para ingresar, es decir, chicos y chicas en el último año del secundario y con el permiso de sus tutores.
"Creamos este espacio privado porque cuando la serenata no era organizada por el municipio si ocurrieron hechos trágicos, como el episodio de un colegio regresando del Cabo Domingo". Este espacio se genera para evitar ese tipo de incidentes. Se busca evitar que el consumo de alcohol como sinónimo de diversión: "Tiene que ser un lugar de encuentro y disfrutar lo que son los últimos días del secundario que es una etapa que, seguramente, los chicos el día de mañana van a anhelar"
No debe apuntarse a la cancelación del evento: "Si identificas un problema súmate a buscar una solución, o, a informarte como es la situación en cuanto a la organización".
Bendaña considera que el contenido de la nota mencionada “desinformaba”, ya que como municipio se están realizando distintas tareas para resolver problemas tales como los de salud mental.
Comparó la estigmatización que sufre el festejo en comparación al viaje de egresados, "con 5 papás a cargo en el mejor de los casos".
"A los jóvenes hay que contenerlos, no negarles cosas, hay que contenerlos y acompañarlos en el mejor de los casos".
Por último destacó el rol participativo de los Centros de Estudiantes que llevaron adelante políticas tales como la Beca Centenaria, para evitar la deserción escolar durante la cuarentena, que perciben los chicos de último año de la ciudad; y otras tales como la Beca de fotocopiado, que acapara los estudiantes de todos los niveles.