En medio de la controversia por los incidentes en el partido de Argentina con Países Bajos, la FIFA desplazó este domingo al árbitro español Antonio Mateu Lahoz del Mundial de Fútbol de Qatar 2022. La organización dispuso que el referí, apuntado por ambos seleccionados, no continúe en el torneo.
Las recriminaciones de los jugadores tanto de Países Bajos como de Argentina -incluidas las de Lionel Messi- hacia Mateu Lahoz llevaron al máximo ente del fútbol internacional a tomar una decisión contundente.
De acuerdo con los datos estadísticos entregados por la propia FIFA, Lahoz se convirtió en el árbitro con más tarjetas amarillas exhibidas en un encuentro. En total amonestó a 14 jugadores.
Además, la FIFA contabilizó que en el partido hubo 48 infracciones sancionadas, 30 de los neerlandeses y 18 de la selección albiceleste.
El árbitro español fue acusado en este sentido, de no encauzar con autoridad las discusiones y grescas de los protagonistas de ambos conjuntos en el campo de juego. Los dos equipos denunciaron provocaciones que caldearon el ambiente tanto durante el partido como en los minutos posteriores.
Messi fue uno de los más críticos. “No quiero hablar del árbitro porque te sancionan. No podés decir lo que pensás... pero la FIFA tiene que rever esto. No puede ponerlo en una instancia así [al árbitro]. No puede ser que el árbitro no esté a la altura”, se quejó al término de la victoria por penales ante Países Bajos.
“Adicionó diez minutos... las faltas que cobraba... parecía que querían que empatara [Países Bajos]”, agregó Messi. El capitán de al selección analizó el partido y dijo que “no era para llegar al alargue”.
Emiliano “Dibu” Martínez también se sumó a los cuestionamentos y de hecho acusó a Mateu Lahoz de parcialidad en su tarea. “Me llegan dos veces y convierten. El árbitro quería que lo empaten. Es el peor árbitro de la Copa lejos. Les dieron 120 minutos”, criticó.
El juez no supo llevar las riendas y eso pareció agitar aun más las cosas. Los números son impresionantes: ocho tarjetas amarillas para los argentinos –además de Paredes, a Marcos Acuña, Nicolás Otamendi, Cristian Romero, Lisandro Martínez, Gonzalo Montiel, Germán Pezzella y Lionel Messi– y seis para los neerlandeses, más una expulsión de Denzel Dumfries por la segunda amonestación, aplicada en plena tanda de penales por haber ido a molestar a uno de los ejecutantes albicelestes.
En rigor, desde que se “picó” el partido hasta que los equipos se fueron a los vestuarios ya nada resultó igual. La imagen del desenlace, con Di María, Otamendi, Paredes, Mac Allister, Pezzella y Montiel celebrando en la cara de los adversarios en el círculo cuando iniciaban su carrera festiva hacia donde estaban Dibu y Lautaro Martínez, fue el reflejo de la tensión que se vivía en una situación deportiva extrema.
Pero desde Países Bajos también llegaron los dardos contra el referí. El mediocampista Frenkie De Jong le apuntó durante la conferencia de prensa posterior al partido. “Solamente pitó para la Argentina cuando terminó el tiempo reglamentario”, lanzó.
La medida contra el árbitro español se adoptó en el marco de las provocaciones que se dieron en el estadio de Lusail. La Comisión Disciplinaria de la FIFA inició el sábado un expediente contra la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) por los incidentes. Lo que investiga la máxima entidad rectora del fútbol son posibles infracciones a disposiciones del artículo 12 (conducta indebida de jugadores y oficiales).