El secretario de Ambiente, Mauro Pérez Toscani, asistió a la Legislatura en el marco del debate por la protección de Península Mitre y fue consultado por los parlamentarios sobre las denuncias por las obras del Corredor del Beagle. El funcionario afirmó que la obra "está con todos los controles ambientales".


El funcionario afirmó ante los parlamentarios que “acá no hubo un derrame, no hubo una tala indiscriminada ni una tala ilegal, puedo entender la sensibilidad que generan estas imágenes y que da la obra, y que hay gente que está en contra de la obra, es entendible y respetable”.

Sin embargo, aclaró que “la obra está con todos los contratos ambientales, está la información a disposición, está la información que le hemos girado al Fiscal de Estado, tenemos permanente comunicación que él nos solicita y nos pide más detalle”. “Lo mismo se les ha girado a las ONG y puede ser girado a la Legislatura si a así lo requieren”.

“Podemos estar de acuerdo o no estar de acuerdo con la ejecución de un proyecto, pero de ahí a hablar de que está llevando una tala ilegal, no es verdad, porque esa intervención en el bosque está autorizada, toda la traza de la ruta está bajo un decreto de interés público que la Ley de Bosques permite que una vez que se genera ese decreto, la categoría del bosque deja de ser tal para convertirse en de interés público y sea específicamente para caminos y rutas”, explicó.

En este sentido sostuvo que “cuando alguien está comunicando que se taló sobre bosque rojo, la realidad es que no es así porque dejó de ser bosque rojo el día que se lo declaró de interés público, como hemos hecho con los gasoductos, con las ampliaciones de toda la red de gasoductos de la provincia”.

“Cuando se habla de que la obra es cualquier cosa, que el estudio de impacto ambiental lo hizo un chico que lo hizo mal, como un trabajo práctico, lo que no se tiene en cuenta es que estamos hablando de profesionales, no estamos hablando de administrativos sin desmerecer, estamos hablando de ingenieros forestales, en recursos hídricos, técnicos ambientales que luego comparten clases con los mismos científicos del CADIC y con los mismos docentes de la Universidad, son profesionales calificados”, remarcó Pérez Toscani.

Asimismo, señaló que “yo soy un funcionario político y estoy acá para dar las explicaciones que sean necesarias, pero me parece también que hay una falta de respeto al personal técnico de planta que se formó dentro de la administración pública, que también trabaja para la Universidad y realiza investigaciones”.