La última edición del Índice Ag Barometer Austral, que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral indicó que el 60% de los productores piensa que no es un momento de invertir. Si bien se destacó signos positivos para los próximos años, la expectativa aparece ante la posibilidad de un cambio de gobierno.
El estudio relevó una leve mejora en la confianza de los productores, basada fundamentalmente en las expectativas futuras. Para los académicos que realizaron el análisis, “este resultado puede provenir de las expectativas vinculadas a un posible cambio de gobierno en el año 2023, un hecho que podría traer aparejado una serie de políticas más amigables para el sector agropecuario”.
Si bien hay una pequeña mejora en el Índice de Confianza de los Productores, esto se debe a las perspectivas futuras a cinco años. El reporte del mes de septiembre señala que “las condiciones presentes y las expectativas para la campaña 2022/23 presentan situaciones complejas, tanto desde el punto de vista climático como desde el punto de vista político y económico”.
“Asimismo, un 71% de los productores no piensan invertir en los próximos 12 meses, justificando ese comportamiento negativo en los posibles riesgos que implica la incertidumbre política y económica, la ausencia de financiamiento con altas tasas de interés y los riesgos propios del sector”, indicó el estudio. También agregaron que no hay proyectos atractivos que incentiven la inversión en el corto plazo.
Otro factor que aporta negatividad es el clima, ya que se esperan pérdidas importantes en la producción de trigo -en algunos casos irreversibles- y un impacto sobre la siembra de la cosecha gruesa.
El 59% de los productores teme que se avecinen problemas climáticos severos, “y opinan que deberían hacerse cambios en los planteos productivos para que los mismos sean acordes a dichas contingencias climáticas”, afirmaron desde la universidad.
A pesar de todo, el informe revela que la caída se vería compensada por un pequeño aumento en la producción de soja de girasol. Sin embargo, la previsión de la caída en el área sembrada y la producción total puede ser mayor si las condiciones climáticas no muestran cambios.
Dólar soja: qué esperan los productores
En esta edición, se incluye un segmento aparte sobre el dólar soja en donde indican que "la medida está impulsada por la desesperante situación de reservas del Banco Central, tratándose en definitiva de ingresos que van a faltar en los próximos meses", expresa el informe.
En el corto plazo, no se modifican las expectativas ya que la implementación del dólar soja se vislumbra como “apenas un parche” y no como una medida estructural tendiente a corregir el tipo de cambio atrasado (más retenciones) que afecta gravemente la competitividad del sector.
"Un tema controversial se planteó acerca de la utilización de esos ingresos por parte de los productores y, en el caso de nuestra encuesta, encontramos que una gran parte los fondos se aplicarían a la compra de insumos y pago de cuentas pendientes o arrendamientos; mientras que apenas un porcentaje bajo de los productores ha mencionado la utilización de los fondos para la compra de Dólar MEP", detallan los especialistas.