A fin de conocer la postura de la cámara de comercio en relación al proyecto presentado por el gobierno de la provincia a la legislatura, y el cual que fue girado a comisión, FM Fuego dialogó con Marilina Henninger, vicepresidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Río Grande, quien al respecto dijo “En principio venimos trabajando con los legisladores en varias reuniones y también con el gobierno de la provincia, de hecho el gobernador nos citó para presentarnos el proyecto y decir cuáles eran los reclamos que estaban atendiendo". Y en ese sentido añadió “Lo he dicho en varias oportunidades, la situación del comercio es crítica, hay un 50 por ciento del comercio que no ha sido atendido por ningún programa y las obligaciones siguen, hay que seguir cumpliendo con sueldos, alquileres, impuestos, asique estamos realmente en una situación de emergencia, necesitamos que venga un auxilio rápido. El gobierno dijo, tenemos prevista la presentación de esta ley y la verdad vimos con buenos ojos que se empiece a reactivar, que se atienda el reclamo y se ponga en consideración que la situación estaba llegando a un límite”.
Por otra parte y en relación a la reapertura, en estas primeras semanas de actividad de los comercios, fue consultada sobre si han recibido algún tipo de quejas de parte de los clientes al no tener la posibilidad de probarse las prendas, a lo cual Henninger explicó “En realidad no estamos educados todavía, hay mucha gente que desconoce la normativa y fue una de las áreas de conflicto más importantes que tuvimos. Entonces, atento a eso, un grupo de comerciantes de indumentaria empezó a trabajar en protocolos de sanitizacion de prendas y logramos someter ese protocolo a la supervisión del COE y tener ahora una solución coyuntural, para permitir que la persona se pruebe la prenda, pero no en el local, devolverla y que la prenda entre en cuarentena. Es una solución segura, lo hemos comprobado y hablado con el COE”. En esa misma línea expresó “También entendemos las dos partes, por un lado la parte sanitaria, porque entiendo que queremos tener una venta segura y no contagiarnos a través de la ropa, pero por otro lado también entiendo, que si alguien quiere comprarse una prenda no va a hacer una inversión o un gasto significativo sin saber si le queda bien. Había que buscar un modo intermedio para comprender toda las necesidades y por suerte se trabajó bastante en ese tema y se llegó a una solución provisoria” Finalizó.