Consultado sobre el impacto del decreto que redujo aranceles para la importación de celulares, Andrade señaló que si bien hubo un efecto visible en los precios, todavía no se alcanza la competitividad de mercados cercanos como el chileno. “Desde que salió este famoso decreto, que generó un revuelo importante a nivel nacional y provincial, se ha notado una baja del precio en el continente, pero todavía no se compara con los valores que se manejan en Chile, que es el lugar más cercano que tenemos para comparar”, explicó.
Y agregó: “Seguimos teniendo los celulares a precio dólar más caros del planeta, lamentablemente. Esta normativa ha hecho un impacto en los precios de venta en el continente, porque obliga a bajar los precios que se mantenían, por ejemplo, de los celulares de alta gama, que estaban arriba de los 2 millones de pesos. Bueno, se ha notado una baja, eso sí, no te lo puedo negar. Pero uno que visita Punta Arenas de vez en cuando, todavía no se pueden comparar los precios que conseguís en el país vecino”.
Respecto al contexto cambiario, indicó, “Tenemos un dólar estable hace un tiempo, pero los precios que se mantenían acá en Argentina eran una locura, no había forma de medirlos. Yo creo que estas medidas, de alguna manera u otra, van a obligar a ajustar los precios y que vuelva todo a la normalidad. Ojalá lleguemos a una instancia donde el giro entre un producto importado o nacional sea coherente”.
La diferencia de precios con países vecinos no se limita solo a los productos electrónicos. Andrade remarcó, “No solo en Chile, sino en Brasil mismo está al doble prácticamente lo que es indumentaria, está al doble y un poquito más, te diría”.
Sobre la posibilidad, aún en etapa de anuncio, de que particulares puedan importar vehículos, Pucho Andrade brindó un panorama detallado de cómo sería el proceso y advirtió que no es tan simple como se piensa. “Lo más llamativo es la posibilidad de traer un auto usado, que hace mucho tiempo está prohibido. Hoy, la única forma de traer un auto usado del exterior es mediante una mudanza, pero va a salir, por lo que tengo entendido, una normativa para que cualquier particular pueda traer un automóvil cero kilómetros y quizás después se autorice el usado”.
Sin embargo, aclaró que hay varios pasos que cumplir, “Ese particular tiene que estar inscripto como importador-exportador, porque la documentación aduanera debe estar a su nombre. Además, hay una serie de gastos que no se tienen en cuenta. Hablando de Punta Arenas, que es lo más cerca que tenemos, hoy podés ir, elegir un auto, pero lo tenés que señar, después traer la licencia de configuración de modelo desde Buenos Aires, que cuesta una buena plata y tarda meses. Ese es el impedimento que tienen hoy. Eso lo van a sacar y ahí sí se va a poder elegir un auto, pero igual tenés que hacer una transferencia al exterior en dólares, tener cuenta bancaria en dólares, un despachante de aduana que haga la salida de Zona Franca en Chile, pagar un flete internacional y cumplir con todo el trámite de nacionalización”.
En cuanto a los costos aproximados, Andrade explicó, “Entre flete internacional, honorarios del despachante en Chile, gastos del fiscal y honorarios acá, estás cerca de 3.000 dólares de gastos extras”.
Frente a esto, opinó que “puede convenir, sobre todo en autos de alta gama, donde hay más diferencia de precio. Por ejemplo, un Volkswagen Gol Tren que acá cuesta entre 23 y 25 mil dólares, en Chile se consigue entre 12.500 y 14 mil dólares. Si le sumás los 3.000 dólares de gasto, sigue siendo conveniente”.
Desde que comenzaron las desregulaciones, indicó que ha recibido muchas consultas, “Hay mucho interés, y eso es bueno porque también genera trabajo para nosotros los despachantes de aduana. Por ejemplo, también hay interés en maquinaria agrícola usada, que hoy todavía está prohibida, pero muchos están atentos”.
Consultado sobre si actualmente se está importando mucho en Tierra del Fuego, señaló, “Es algo gradual, pero ya se está moviendo. Por ejemplo, tengo un conocido que ahora viene todas las semanas con diferentes mercaderías: muebles, cubiertas. Viste que ahora las cubiertas no piden chas, así que cualquiera puede traerlas, obviamente con la modalidad de importación”.
En relación al régimen de equipaje, aclaró, “La franquicia sigue siendo la misma, 300 dólares por adulto por vía terrestre, pero ahora tenés la posibilidad de ingresar un celular y una notebook por persona, fuera de la franquicia. También sacaron de la franquicia los comestibles, la indumentaria y objetos de uso personal. Antes si uno compraba ropa, eso se incluía en los 300 dólares; ahora no”.
“Siempre aclaro que es para uso personal”, agregó. “Si la aduana en una verificación ve que tenés 5 jeans iguales, pueden presumir que es para comercializar y vas a tener problemas. Pero si traés dos o tres jeans de distintos modelos, un par de remeras, una campera, ya no tenés necesidad de declarar los tickets”.
Finalmente, indicó que aún hay productos excluidos, “Lo que sí sigue estando prohibido es la línea blanca, como heladeras y lavarropas, y también los repuestos del automotor. Eso tiene que venir por régimen general de importación”.
Pucho Andrade valoró que todas estas medidas, además de fomentar la competencia y ofrecer más opciones a los consumidores, también reactivan las promociones locales: “Esto también moviliza a las concesionarias, la financiación, la baja de precios. Es como que dicen ‘o nos ponemos las pilas o se viene el tema de la importación’”.
Y concluyó, “Yo creo que cuando se habilite finalmente la importación de vehículos, los primeros que se van a animar van a ser los autos de alta gama, donde hay mucha diferencia de precio, o modelos que no se consiguen acá. Va a ser algo gradual, pero ya se empieza a mover”.