Un control o chequeo cardiovascular consiste en una evaluación realizada por un médico para identificar enfermedades cardiovasculares o aquellos factores de riesgo que puedan predisponer a ellas. Hay que tener en cuenta que debemos empezar a escuchar nuestro corazón a edad temprana y cuidarlo manteniendo un estilo de vida saludable, basado en una alimentación adecuada, un buen descanso y un bajo nivel de estrés.
Aunque la edad a la que se deben empezar a realizar los controles no está definida de manera uniforme, sí se recomienda comenzar prontamente en el caso de aquellas personas con antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, al igual que aquellos que tienen familiares con colesterol elevado, hipertensión o diabetes, porque en algunos casos puede haber un componente hereditario.
“Es importante destacar que durante muchos años se planteaba que la enfermedad cardiovascular era una enfermedad de los hombres, y las mujeres se controlaban menos. Hoy sabemos que esto no es así y el control y cuidado debe ser independiente del género”, afirma el Dr. Augusto Lavalle Cobo, médico cardiólogo, ex director del Consejo de Epidemiologia y Prevención Cardiovascular de la Sociedad Argentina de Cardiología. (M.N. 122757).
Para escuchar nuestro corazón podemos realizar distintos controles, pero debemos empezar por una entrevista médica y un laboratorio. En la primera, el profesional le preguntará por sus antecedentes y sus hábitos y realizará un examen físico que debería incluir la determinación de la presión arterial, el peso, la altura y el perímetro de cintura, como aspectos más importantes. En el laboratorio se evalúan los niveles de colesterol, triglicéridos, azúcar y la función del riñón, ya que alteraciones en dichos valores pueden contribuir a un incremento del riesgo de padecer algún cuadro cardiovascular.
Para el doctor Lavalle Cobo estos controles permiten que los profesionales identifiquen factores de riesgo cardiovascular y puedan abordarlos y así disminuir sus complicaciones a nivel cardiovascular: “las personas que mayor prevalencia de enfermedades cardíacas tienen son las que presentan los factores de riesgo como el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el estrés, la hipertensión, las dislipemias y la diabetes. Son cuadros que muchas veces no se escuchan porque no dan síntomas hasta que ocurre la complicación cardiovascular que es lo que prevenimos con los chequeos”.
“Se acercan las fiestas de navidad y fin de año y diversos estudios han puesto en evidencia que en este período se incrementa el riesgo de padecer un evento cardiovascular (infarto agudo de miocardio). Es un período en el que abundan las emociones, en algunos casos positivas y en otros negativas, y además se asocia frecuentemente al exceso en la ingesta de comidas y aumento del consumo de alcohol. Es por ello que es importante que se celebre la ocasión buscando siempre un entorno con un clima positivo, tratando de evitar los excesos y mantener adecuados períodos de descanso”, cierra el Dr. Lavalle Cobo.