A la señora Adriana Conforti le hackearon su celular y rápidamente los estafadores, mensajeaban a sus contactos, proponiéndoles una venta de dólares porque tenían una emergencia familiar.
En este caso, afortunadamente nadie cayó en la red de los estafadores porque tanto Adriana como su familia se dieron cuenta de la situación de hackeo y empezaron a alertar a sus contactos.
Javier Langelotti es el yerno de Adrian, habló con FM Fuego para interiorizarnos más de la situación por la que vivieron: "Es una modalidad que se está poniendo en práctica cada vez con mayor regularidad, sabemos que la mayoría de los dispositivos móviles hoy por hoy se vinculan con otras aplicaciones a través de una cuenta de mail, generalmente es gmail y por ese medio muchos estafadores han encontrado la manera de acceder a información que nosotros dejamos en lo que vinculamos en los dispositivos o preferentemente en la nube, porque muchas veces tenemos poco espacio físico en los aparatos y tenemos esa opción gratuita de dejar almacenado información, con lo cual, al lograr el acceso a la cuenta, tienen permiso para entrar en las fotos y todo lo que dejemos en la nube, que muchas veces pueden ser comprobantes de transacciones o información personal".
Langelotti siguió diciendo: "En este caso fueron personas que accedieron a la información, con diferentes números de teléfonos, así que evidentemente es una red que se dedica a este tipo de actividades ilícitas. Lo que hacen es, mandan un mensaje de wasap con una foto e la persona que está siendo estafada y proponen un cambio de billetes, de divisas ante una emergencia familiar. Nosotros sabemos que mucha gente tiene infinidad de contactos que no trata en el día a día, así que siempre uno puede caer. Es un delito bastante complejo de rastrear y por más que se hagan las denuncias, estos estafadores van cambiando de números, en este caso hemos rastreado dos o tres números diferentes".
¿Que es lo que hay que hacer en estos casos? "Hay que radicar la denuncia, -expresó Langelotti- un particular no tiene la facilidad de rastrear un CBU, pero también van cambiando los CBU, esto es el cuento del tío. Se hace la denuncia y la que tiene que hacer el seguimiento es la justicia, pero no es algo sencillo, porque en muchas oportunidades los CBU están en otras partes del país. Los que vivimos en Tierra del Fuego, la mayoría tenemos parientes en el norte, entonces a veces se presta a la confusión. Lo primordial acá cuando uno sufre este tipo de estafas es avisarle a todos los contactos posibles y publicarlo en las redes sociales para evitar que hayan más estafados".
Finalmente, Javier Langelotti comentó que no hubo damnificados en esta oportunidad: "Tuvimos la suerte que nos dimos cuenta. Si bien comenzó como un simple hackeo, después tomó otra gravedad porque se empezó a expandir y a la mayoría de los contactos de la familia y amigos les había empezado a llegar los mensajes. En este caso particular, como los actores son internacionales, se fueron dando cuenta que era una estafa, cuando escribían utilizaban unos modismos que no eran propio del argentino. Pero hay personas mayores que no están acostumbradas a este tipo de noticias o de mensajes y pueden llegar a ser víctimas fácilmente".