Esta combinación de factores tuvo como resultado una extraña y particular imagen, teniendo en cuenta la época del año (pleno verano). Si bien los barilochenses están acostumbrados a las bajas temperaturas y los cambios repentinos de clima, la imagen fue furor para los turistas.
En el lugar, cerca de las 9:30 horas, se pudo observar a varios de ellos sacándose fotos y las infaltables selfies con el árbol congelado.