Abrego detalló el panorama actual del sector, marcando que, de los 640 trabajadores textiles que había en 2021, hoy solo quedan cerca de 200 empleados. "Nos estamos achicando cada vez más. Hoy quedan empresas como Cordonsed, Hilandería Fueguina de Ushuaia, Australtex, que está operando gracias a una cautelar, y Fabrisur, que ya anticipó que cerrará sus puertas el próximo año", informó.
El dirigente también destacó los principales problemas que enfrenta la industria, como la apertura de importaciones que genera una fuerte competencia para el producto nacional. "Las textiles seguro se van a debilitar por los productos importados. Las empresas se van a tener que rearmar para competir, y eso seguramente traerá más suspensiones y desvinculaciones, como las que ya hemos tenido".
Sobre la situación en Australtex, Abrego explicó que, por el momento, no hay suspensiones debido a una medida cautelar que permite a la empresa seguir produciendo. "Llamaron a todos a trabajar porque la cautelar les permite ingresar material. Eso da la posibilidad de continuar produciendo y cumplir con los proveedores", señaló.
De cara al 2024, Abrego advirtió que el panorama es incierto y preocupante. "Este año fue bastante complejo. Imaginemos lo que se viene el próximo año, sobre todo por las importaciones y la competencia. Ya en Fabrisur, de los 100 puestos de trabajo que hay, unos 60 o 65 están representados por la AOT, y lamentablemente todos quedarán sin trabajo entre marzo y junio”, expresó tras el anuncio de la firma.
Además, mencionó la falta de incentivos para el consumo como un factor clave que agrava la crisis. "Si no se pone plata en el bolsillo de la gente para que consuma, es imposible que la industria sobreviva. Las empresas no tienen ventas, y eso conlleva a un problema generalizado", concluyó.