Un día después de la desaparición en el mar de Alejandro Buchieri, se produjo el cambio de mando en la Prefectura Naval Río Grande, asumiendo el Prefecto Juan Carlos Debailleux, quien dialogó con FM Fuego, haciendo un resumen de la búsqueda hasta el momento: "Desde el minuto uno que se tuvo conocimiento, fueron desplegados los medios de superficie de la Prefectura, motos de agua, semi rígido, una camioneta para hacer avistaje terrestre con personal propio. No obstante se puso en comunicación con empresas privadas, las cuales pusieron a disposición medios aéreos, como la empresa TOTAL hubo una avioneta del Aero Club también, tuvimos la presencia de un avión de Prefectura con mucha tecnología para este tipo de búsqueda, el avión sanitario de la Gobernación, se han sumado medios de superficies como ser un buque pesquero que estaba por la zona, un buque de la Armada Argentina, así que no hemos escatimado esfuerzos, medios y personal para poder lograr hallar a Alejandro. Lamentablemente, desde que hemos iniciado la búsqueda, no quiero dejar de mencionar a Defensa Civil y la policía local, me he sorprendido gratamente por como ha reaccionado todas las fuerzas vivas y distintas instituciones locales, municipales, provincial y del ámbito privado, mucha solidaridad y empatía. Se han puesto todos ha disposición para colaborar con la búsqueda, la cual fue coordinada por el sub centro de búsqueda y rescate de la Prefectura de Río Gallegos por cuestión de jurisdicción.
Respecto si todavía se busca a una persona viva, el jefe de la Prefectura Naval Río Grande expresó: "Nosotros nos manejamos con manuales internacionales, estipulan un cierto límite de supervivencia de una persona que podría estar adentrada en el mar en condiciones óptimas. La realidad indica que ese tiempo de supervivencia ya estaría superado, pero nada quita que se pueda seguir buscando. Se usa un sistema informático para lo que es búsqueda y rescate, uno pone el punto dato, va cargando distintas características, en este caso, un inflable que no tiene lastre, el tipo de corrientes, los vientos, las mareas. Este sistema informático nos va dando un área de búsqueda que lógicamente después se va ampliando. A medida que se va ampliando el sector se van achicando las posibilidades de éxito".
"No hemos hallado ningún vestigio,-continuó diciendo Debailleux-, no se puede dar una causa cierta de lo que puede haber pasado, pudieron haber pasado muchas cosas, no se puede hacer una predicción certera, un chaleco mal colocado se pierde en la inmensidad del mar, un gomón se desinfla y se puede hundir con el peso de un cuerpo".
Sobre la posibilidad que el mar devuelva un cuerpo, el Prefecto dijo: "Es impredecible, quizás pasan días y aparece un vestigio en la costa o quizás no encontremos en ningún momento nada, acá lo cierto es que Alejandro se aventuró en la zona de Cabo Domingo, en un escenario que no era el mejor y con una embarcación no idónea, en una situación de bajamar, con vientos soplando del este a oeste, era todo adverso".
Al hablar de las búsquedas aéreas, Debailleux expresó: "Para que se den una idea, el área barrida ya llega a 600 millas naúticas, más allá de este programa informático al que hice referencia, hemos extendido el área de búsqueda. En el momento crítico de la búsqueda se utilizaron todos los medios disponibles, con las capacidades de cada uno, si bien cada día que pasaba extendíamos el área de búsqueda, los resultados siguen siendo negativos".
"Un cuerpo sin vida en el agua es como un ancla, se va a fondear, acá no es una situación como por ejemplo un litoral fluvial donde hay otra temperaturas y sufre otras acciones el cuerpo comportándose de manera diferente. Acá, por la zona fría tiende a hundirse", finalizó diciendo el jefe de la Prefectura Naval en Río Grande, Juan Carlos Debailleux.