La orden es llevada a cabo en el marco del protocolo interno que rige en la fuerza policial para la detección de problemas de índole personal y el oportuno el retiro del arma reglamentaria a los efectivos.
Esto es a fin de determinar si se pudo llegar a actuar en este caso específico por parte de los superiores inmediatos al efectivo fallecido, con el objetivo de tratar de evitar hechos similares entre los integrantes de la fuerza.
Cabe indicar que, familiares del efectivo policial fallecido, iniciaron una colecta solidaria a fin de poder costear la posibilidad de trasladar sus restos a su provincia natal, Salta.