Este miércoles, la defensora oficial Rita Marchi pidió al tribunal una pena mínima por el delito de “lesiones”, hecho que el propio Ayala confesó y por el cual pidió perdón. Marchi argumentó que su defendido desconocía la existencia de la prohibición de acercamiento de la que estaba notificado y negó que se haya tratado de un robo, sosteniendo que el celular que se llevó pertenecía al acusado.
El Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, presidido por el juez Eduardo López junto a los jueces Juan José Varela y Verónica Marchisio, resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta este jueves. En esa jornada, Ayala tendrá la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras antes de que los jueces pasen a deliberar y dicten el veredicto.
El acusado permanece detenido desde el 30 de septiembre, tras ser capturado poco después de haber quedado en libertad. Según la acusación, esa noche Ayala ingresó sin autorización al domicilio de su expareja, la agredió físicamente y sustrajo un teléfono celular. La víctima tuvo que ser atendida en el hospital por lesiones en diversas partes de su cuerpo.