Kiosqueros de todo el país anunciaron una medida de fuerza de 72 horas en reclamo de un mayor margen de ganancia en el servicio de la carga de la tarjeta SUBE. El martes 28, el miércoles 29 y el jueves 30 de junio, no cargarán la tarjeta a los usuarios del transporte público.
Ganancias ínfimas y costos altos
Los kiosqueros desde hace años reclaman que se les mejore la comisión de 0,5% que obtienen por los montos derivados de cargar. Con tal porcentaje, no cubren ni mínimamente los costos de la prestación y por norma están imposibilitados de aplicar un costo adicional porque de lo contrario aseguran que se modificaría el costo del transporte. En el lapso que se extienda el reclamo, los comerciantes no venderán ni cargarán los plástico que se utilizan para viajar en el transporte público de pasajeros. "Aún no se definió la fecha porque tratamos que no genera mayores inconvenientes", sostuvo el entrevistado.
"No hay un precio obligatorio porque se generaron cadenas de intermediación que son muy concentradas y se vende en determinada cantidad a un precio irrisorio", afirmó Mascheroni. Respecto a la problemática que se registró con la disponibilidad de los plásticos, Mascheroni explicó que a diferencia de lo que pasaba en años anteriores, hoy la comercialización de las tarjetas se concentran en pocas manos. Esta situación colabora a que no haya un único valor para su adquisición y se registren precios irrisorios que llegan en algunos casos a los $300 pesos. "No hay un precio obligatorio porque se generaron cadenas de intermediación que son muy concentradas y se vende en determinada cantidad a un precio irrisorio", afirmó el comerciante. Mascheroni explicó que hoy las tarjetas Sube pueden encontrarse en grandes cadenas de supermercados, por ejemplo, ya que estas empresas cuentan con poder de compra, acopio y comercialización.