El ministro de Tecnología de la Información de India, Ashwini Vaishnaw, bloqueó la plataforma GitHub que administraba Bulli Bai, una aplicación de odio en la que, hace dos días, cientos de musulmanas se vieron "puestas en subasta".
El ataque en redes, uno de los más misóginos y odiosos de los últimos tiempos, asustó e indignó a las víctimas, mujeres de diversas edades, ridiculizadas en la web con fotos y detalles de sus vidas.
Mientras se desató la indignación en las redes sociales, el gobierno de India anunció que había iniciado una investigación sobre medidas penales contra la plataforma.
Otra provocación contra las jóvenes musulmanas tuvo lugar en Karnataka, donde un profesor universitario del distrito de Udupi se negó a admitir en el aula a seis niñas que llevaban el hiyab, el velo que indica la afiliación religiosa.
Las niñas pusieron en marcha una protesta y una huelga de hambre, denunciando la discriminación.
Después de un caso similar en 2017, la Corte Suprema de India reafirmó el derecho a usar el velo religioso.
El odio religioso va en aumento en India de la mano de políticas implementadas por el gobierno nacionalista hindú de Narendra Modi.
Los activistas dicen que las minorías religiosas en India han enfrentado mayores niveles de discriminación y violencia desde que el Partido Nacionalista Hindú Bharatiya Janata (BJP) del primer ministro llegó al poder en 2014.
El gobierno rechaza tener una agenda radical “Hindutva” (hegemonía hindú) e insiste en que las personas de todas las religiones tienen los mismos derechos.
En 2020, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional incluyó a la India como un “país de especial preocupación” por primera vez desde 2004.