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“Hemos escuchado como la persona se quiebra y confiesa que no se cuidó y que por su culpa su familiar está por fallecer”

Así lo expresó el Dr. Mauro Dotto, director del Centro de Rehabilitación “Mamá Margarita” en la ciudad de Río Grande, en conversaciones con este medio. Fm Fuego dialogó con el profesional a fin de conocer sobre los trabajos de rehabilitación post Covid-19 que se vienen llevando adelante en el lugar. Asimismo, el doctor brindó información y reflexiones acerca de la actual situación epidemiológica y el agotamiento por parte del sector de salud.

En principio señaló que “la unidad de rehabilitación ha sido un éxito, hemos tenido una demanda muy grande, pero dio unos resultados que superaron ampliamente las expectativas. Ya casi 62 pacientes han sido dados de alta y todos volvieron a tener la capacidad física y respiratoria que tenían antes de contraer coronavirus”.

Agregó que “los pacientes que están activos vienen mejorando y no hemos tenido ningún paciente que no hallamos logrado, por lo menos, mejorarle la capacidad funcional”.

Sostuvo que “en lo que más estamos trabajando es en la capacidad respiratoria, muchos se ven afectados en forma severa y el paciente se cansa super rápido, no puede realizar las tareas que realizaba antes, se agita” y añadió “el otro problema que queda es la debilidad muscular, llega a niveles casi incapacitantes. Ni hablar de los pacientes que estuvieron mucho tiempo en terapia intensiva y que requirieron respiración mecánica”.

“Hemos observado que cuando se inició una estrategia de rehabilitación las secuelas se lograron superar rápidamente” expresó.

Comentó que “cualquier proceso infeccioso a nivel respiratorio produce alteraciones en las tomografías, que perduran más allá de haber superado la enfermedad. No obstante, esas manchas que se ven pueden ser restos del proceso inflamatorio que queda por desinflamarse o algún grado de fibrosis, una cicatrización en donde hubo mucha inflamación”. En tal caso “si bien no se puede volver hacia atrás se puede mejorar la capacidad funcional”.

Por otro lado, sostuvo “creo que los pacientes con antecedentes no deben ser atendidos de manera telefónica, porque el aumento de la tasa de mortalidad se dio por la falta de control médico. Ya sea porque el paciente no tenía acceso al médico o porque el paciente tenía miedo de ir a consultar”.

Consideró que lo más prudente es atenderlos de manera temprana, no obstante “hasta el día de hoy el único tratamiento que se pude implementar es el plasma convaleciente. Se vio que aplicado antes funciona mejor”.

Informó que en un estudio realizado al respecto “muestra que lo ideal es aplicarlo antes de los 3 días del inicio de los síntomas y antes de que comprometa la oxigenación, porque ya se vio que cuando el virus alcanza los pulmones ya el plasma no funcionaría”. Y aconsejó que los pacientes consulten si tienen antecedentes.

Por ello, reiteró “la consulta por teléfono o medios remotos nunca va a reemplazar la consulta presencial. El profesional corre el riesgo de perderse un montón de detalles que hacen a la toma de una mejor conducta”.

Por otro lado, comentó que es muy necesario que los equipos de salud actúen de manera conjunta “hay grupos de WhatsApp donde participan todas las terapias intensivas de la provincia y se dieron reuniones frecuentemente entre los directivos de salud municipales y de gobierno durante toda la pandemia” y agregó “el equipo de salud ha cambiado conductas, ha vuelto atrás, muchas veces se re charlan las decisiones que se toman y se va viendo la evaluación”.

Consultado sobre el colapso del sistema de salud en la ciudad respondió que “la terapia intensiva nunca llegó al colapso, estuvimos cerca de ocupar la totalidad de las camas, pero nunca pasó, siempre tuvimos camas disponibles” y en esa línea aclaró “nunca hubo gente en los pasillos o algo por el estilo. En el punto más álgido, hubo servicios que estaban vacíos y no fue necesario habilitar esas camas”.

Al respecto, enfatizó “estuvimos cerca de llegar a una saturación del sistema, pero no por falta de estructura o insumos sino por falta de profesionales, ya que en un momento se vio triplicada la demanda” y comentó “en ese momento los mismos que normalmente llevábamos una sala de terapia intensiva tuvimos que hacernos cargo de tres”.

Respecto del agotamiento que está atravesando el personal médico dijo que “los primeros días de diciembre estuvimos en una situación muy crítica. Gracias a que disminuyó el número de pacientes graves, algunos médicos pudieron tomarse licencia, todavía quedamos algunos que no lo hemos hecho” y en ese mismo orden señaló “no sabemos si nos queda resto para bancarnos otros 4 meses como los que tuvimos”.

Mencionó que “sería muy inocente pensar que a nosotros no nos va a tocar la segunda ola” y respecto de las medidas tomadas en el país y la actual situación evaluó “se ven fiestas o gente juntándose y uno no puede dejar de sentir frustración, pero uno también entiende que esto es algo que le pasó a todo el mundo, los jóvenes también necesitan relacionarse. Creo que cualquier medida que tome el gobierno para disminuir la tasa de contagios es bienvenida” y agregó que “hay que apelar a la responsabilidad de la comunidad, pero estamos resignados en ese sentido. Por más restricciones que se tomen va a seguir sucediendo, hay agotamiento y por momentos bronca”.

Acerca de ello, el profesional contó “muchas veces en los informes telefónicos, cuando se comunica la mala evolución de un paciente a un familiar, hemos escuchado como la persona se quiebra y confiesa que él no se cuido y que por su culpa su familiar está por fallecer” y señaló “nos gustaría que la población general pudiera escuchar esas charlas porque es más frecuente de lo que se cree, muchas veces la persona fallecida sí se cuidó pero por un familiar joven o descuidado se contagió, luego ese familiar carga con una culpa brutal”.

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