El nuevo esquema de redistribución de los subsidios para los servicios de electricidad, gas natural por redes y agua potable derivará en un ahorro fiscal de $47.500 millones para este año y de $455.000 millones para 2023, de acuerdo con el impacto de la reducción gradual del aporte del Estado a los consumidores que presentó hoy la secretaria de Energía, Flavia Royón.
"Estimamos un ahorro fiscal de $47.500 para este año, que en el total anualizado representa un total de $455.000 millones para el 2023", señaló Royón durante una conferencia de prensa que se extendió por espacio de una hora y media en el Palacio de Hacienda.
La secretaria de Energía formuló estas precisiones junto al secretario de Hacienda, Raúl Rigo; el subsecretario de Hidrocarburos, Federico Bernal;el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti; la subsecretaria de Planificación, Celicia Garibotti, y la titular de Aysa, Malena Galmarini.
"La segmentación ha sido pensada desde un criterio de una distribución basada en la justicia social y la equidad. Hoy el 50% de la población de mayores ingresos recibe el 60% de los subsidios" afirmó Royón al presentar el esquema en el Microcine del Palacio de Hacienda.
En el mismo sentido, la secretaria explicó que "lo que se trata de plantear en esta readecuación y actualización de tarifas es que llegue el subsidio realmente a quien más lo necesita. En esta política las familias están primero, es una política distributiva con sentido social".
Así, a grandes rasgos, el reordenamiento de subsidios recaerá sobre los sectores de mayores ingresos y se mantendrán los correspondientes a la tarifa social, con una disminución paulatina en los sectores medios.
El ahorro fiscal por la readecuación tarifaria implica, en los números preliminares, un recorte que oscila entre "0,4/0,5%" del PBI para el 2023, en tanto que para los meses que restan este año "será un tercio" del cálculo anual, según explicó Raúl Rigo.
La segmentación respeta el criterio fijado en el decreto 332/2022, por el que se establecen tres niveles de usuarios según su capacidad económica, que pasará a complementarse con el criterio establecido según niveles de consumo.
En el caso de la energía eléctrica el tope de consumo será de 400 kwh mensuales, que será de 550 kwh en zonas sin servicio de gas de red, y en el caso del gas será variable, según categorías y subzonas en todo el país con reducción de subsidios del 30,06%.
Según el subsecretario Bernal, el tope se fijará tomando como referencia "el volumen equivalente al 70% del promedio entre los umbrales mínimo y máximo de cada categoría", mientras el 30% excedente quedaría exento de subsidios, que se quitarán de manera escalonada hasta completar el 167% del precio mayorista del gas.
"No es un aumento de tarifas sino una redistribución de subsidios", puntualizó Royón, quien remarcó la importancia de "instalar la educación del uso sustentable y racional" de los recursos de los tres servicios involucrados.
Con ese criterio, los funcionarios de cada área dieron a conocer diferentes ejemplos de cómo quedarían los valores en las facturas, advirtiendo que al tratarse de una quita de subsidios sobre excedentes de consumo no puede establecerse un porcentaje general.
Bernal indicó que un usuario de nivel 3 (sectores medios) que en junio abonó una factura de gas de $ 1.650, al final de la quita gradual del subsidio pagará $ 2.146, lo que implica una actualización del 30,06%.
En el caso de la electricidad, el subsecretario Yanotti ejemplificó que para un usuario de Edesur con un consumo medio de 300 kwh, el monto sin impuestos pasará de $ 1.467 a $ 2.285, con un ajuste del 55,76% al finalizar la tercera etapa de incremento.
Por su parte, Galmarini señaló que para el promedio de usuarios residenciales, la tarifa de octubre de 2022 de $ 752 pasará a $ 1.765 en junio de 2023, con un ajuste del 134,7%.
La secretaria Royón hizo hincapié en la necesidad de concientizar a los usuarios y las usuarias respecto a llevar adelante una campaña de educación para el uso de los recursos, a raíz de que el cambio de contexto "producto de la pandemia y la guerra golpea a nuestro país".
"Argentina no tuvo restricciones de gas en este invierno y las decisión estratégica de avanzar con el gasoducto Néstor Kirchner nos permitirá garantizar el abastecimiento y la soberanía energética", indicó.
Para la funcionaria, este criterio de segmentación se realizó bajo "criterios de equidad", con el objetivo de que los subsidios "lleguen a quienes más los necesitan".
"Este plan ha tenido una visión federal, en función de la disponibilidad de datos que hemos cruzado oportunamente, tanto en el consumo de gas como de energía eléctrica", concluyó la secretaria de Energía, Flavia Royón.