El gobernante Partido Demócrata retuvo el control del Senado de Estados Unidos en las elecciones legislativas, un gran triunfo que hará más difícil a la oposición republicana frustrar la agenda del presidente Joe Biden en los dos años restantes de su mandato.
La suerte seguía echada en la Cámara de Representantes, donde los republicanos buscaban tener aunque sea una delgada mayoría luego de las elecciones del martes pasado, en las que el desempeño demócrata fue mucho mejor que el esperado.
La cadena CNN y otros medios proyectaron que la demócrata Catherine Cortez Masto retuvo la banca del Senado de Nevada, con lo cual el partido que controla la Casa Blanca se queda con 50 de los 100 escaños de esa cámara.
Eso le asegura a los demócratas una mayoría, pues la vicepresidenta Kamala Harris, en su carácter de presidenta del Senado, mantendrá el poder de desempate en las votaciones que ha tenido desde la asunción de Biden, en enero de 2021.
"Hemos hecho muchas cosas y haremos muchas más por el pueblo estadounidense", dijo anoche el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, que atribuyó la derrota republicana a la sombra que el expresidente Donald Trump echa sobre el partido.
El líder republicano, bajo su lema de Hagan a Estados Unidos Grande Otra Vez (que en inglés se abrevia por sus siglas MAGA), hizo campaña por cientos de candidatos a bancas del Congreso en los comicios del 8 de noviembre, con suerte variada.
De todos modos, Trump, que sigue sosteniendo que Biden le robó la elección de 2020, tiene previsto lanzar esta semana su precandidatura para volver a competir por la Casa Blanca, algo que podría reeditar su duelo de hace dos años contra el actual presidente.
"El pueblo estadounidense rechazó -y rechazó sólidamente- la dirección antidemocrática, autoritaria, repugnante y divisionista en la que los republicanos MAGA querían llevar al país", agregó Schumer.
Biden celebró el logro desde Asia, adonde asistía a una cumbre, y también achacó a Trump el magro desempeño de los republicanos en las elecciones para renovar el Congreso.
El presidente, de 79 años, ha dicho en público y privado que tiene intenciones de aspirar a la reelección y que se presentaría con mayor determinación aún si Trump, a quien considera una amenaza para la democracia, también se lanza a la carrera.
Biden dijo desde Camboya que las mentiras de Trump de que hubo fraude en 2020, entre otras cosas, han provocado una crisis de identidad en el Partido Republicano.
"Se lo escuché a alguien de la prensa: 'Todo lo que ha hecho Trump es revelar lo que es el Partido Republicano. Creo que lo que tienen que decidir ahora, como hemos hecho nosotros en el pasado, es quiénes son", agregó.
Con los resultados en Nevada ya decididos, Georgia es el único estado donde ambos partidos aún compiten por un escaño en el Senado.
El senador demócrata Raphael Warnock se enfrentará al retador republicano Herschel Walker en una segunda vuelta el 6 de diciembre.
El control demócrata del Senado garantiza un proceso más fluido para los nombramientos en el gabinete y las designaciones judiciales de Biden, incluidas las posibles vacantes en la Corte Suprema.
El partido también mantendrá el control sobre las comisiones que tienen poder de realizar investigaciones o supervisar al Gobierno, y podrá rechazar leyes aprobadas por la Cámara de Representantes si los republicanos se la arrebatan a los demócratas.
Aún restan definir unos 20 asientos de la Cámara Baja.
Según las cadenas de TV, los republicanos tendrán una mayoría de apenas cinco escaños en la Cámara de Representantes, de 220 contra 215, lejos de la diferencia de decenas de bancas que esperaban lograr en las elecciones a mitad del mandato de Biden.
Sin embargo, ya anticiparon que usarán esa ventaja en la Cámara de Representantes para lanzar investigaciones parlamentarias contra la administración Biden y sus allegados.
Las elecciones se celebraron en un contexto de alta inflación y de descontento con los fuertes aumentos del precio de los alimentos y combustibles, algo en lo que hicieron foco los candidatos republicanos.
Sin embargo, Biden no solo no sufrió el gran voto castigo que se esperaba, sino que incluso realizó la mejor elección de mitad de mandato de un presidente estadounidense en 20 años.
Analistas atribuyeron esto al crecimiento económico y la creación de empleos que ha experimentado Estados Unidos desde su asunción y también a la alta movilización del electorado para defender el derecho al aborto.
Biden y los candidatos demócratas al Congreso hicieron campaña diciendo que iban a pelear por sancionar una ley federal de aborto legal, luego de que la Corte Suprema terminara con ese derecho en julio y lo dejara en manos de los estados.
Desde entonces, muchos estados republicanos han prohibido el aborto.
Antes de las elecciones, Trump, de 76 años, había predicho una gran victoria republicana e insinuado varias veces que aprovecharía ese logro para lanzar su candidatura presidencial.
Pese a que esto último no ocurrió, el expresidente mantiene sus planes de anunciar su precandidatura, y lo hará el martes desde su residencia de Mar-a-Lago, en el sureño estado de Florida, dijo uno de sus asesores, Jason Miller, hace dos días.
La candidatura de Trump sería su tercera por la Presidencia, luego de perder contra Biden en 2020 y de vencer a Hillary Clinton en 2016.
Después de la derrota con Biden, el magnate promovió afirmaciones de fraude sin fundamento, algunas de las cuales llevaron a que cientos de sus seguidores atacaran el Congreso en enero de 2021 mientras se certificaba el triunfo del presidente demócrata.
Aunque más de 100 postulantes republicanos que cuestionaron los resultados de la elección presidencial de 2020 ganaron sus respectivas carreras, algunos de los favoritos de Trump perdieron ante los demócratas escaños clave.
En Pensilvania, los demócratas se quedaron con una banca del Senado que estaba en manos republicanas tras la derrota de Mehmet Oz, un médico estrella de la TV respaldado por Trump, quien nunca ocupó un cargo público y vive principalmente en Nueva Jersey.
En las elecciones de mitad de mandato se renovaron los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado. También se eligieron gobernadores de 36 de los 50 estados.
Los demócratas ganaron gobernaciones de Wisconsin, Michigan y Pensilvania, estados potencialmente decisivos en elecciones presidenciales y en los que Biden se impuso a Trump en 2020.
Sin embargo, los republicanos ganaron las de Florida, Texas y Georgia, otro estado en el que Biden ganó por poco hace dos años.