La jueza Cecilia Cataldo sobreseyó a los médicos imputados por presunta mala praxis en la muerte del camarógrafo José Manzilla, de 43 años, quien falleció en marzo del año pasado.
La decisión se basó en un informe forense que analizó las historias clínicas y estudios realizados en los días previos a su deceso, concluyendo que los tratamientos brindados fueron apropiados.
La causa se vio afectada por una desventaja probatoria considerable, ya que el cuerpo del camarografo fue cremado antes de que se presentara la denuncia. Esto impidió realizar una autopsia patológica, por lo que las pericias debieron basarse únicamente en la revisión de las historias clínicas y los estudios médicos realizados por los profesionales que lo atendieron.
Las investigaciones se centraron en los registros médicos, que indicaron que Manzilla había sido tratado por dolor abdominal y vómitos el 1 de marzo en el Hospital Regional, donde no se detectaron patologías. Fue dado de alta y se le brindaron “pautas de alarma” antes las cuales debía volver al servicio de guardia y se lo externó. Al día siguiente, 2 de marzo, volvió para la consulta sin mayores novedades.
El 6 de marzo ingresó a la clínica Cemep con un cuadro de abdomen agudo que no se había manifestado antes.El perito determinó que la posible causal de la muerte de Mansilla se debió a una falla multi orgánica, causada por una perforación de colon y peritonitis, condiciones que no se observaron en estudios previos.
Tras analizar el caso, fueron sobreseídos los médicos Ñanco, Moya y Escalante al considerar que el hecho no constituye delito, cuestión que hasta este martes es pasible de ser apelada. Sin embargo, la fiscalía y la querella representaba por la familia habrían desistido de continuar con la acción penal.