El Vaticano anunció un nuevo modelo de controles financieros sobre las fundaciones de sus instituciones, que pasarán a ser auditadas por los organismos económicos de la Santa Sede y deberán inscribirse en un registro público.
A través de un decreto, el papa Francisco reconoció que las fundaciones creadas en el ámbito del Vaticano, si bien "tienen una personalidad jurídica formalmente separada y una cierta autonomía administrativa", son a los fines prácticos "instrumentos para la realización de los fines propios de las Instituciones curiales" y por tanto son también "entes públicos de la Santa Sede".
Así, serán encuadradas dentro de los nuevos mecanismos de control las fundaciones creadas "para la realización de los fines propios de las Instituciones curiales", que a veces recurren a fachadas administrativas para el manejo de fondos.
Por tanto, siendo sus bienes temporales parte del patrimonio de la Sede Apostólica, el pontífice dispuso que a partir de ahora "es necesario que estén sujetos no sólo a la supervisión de las Instituciones curiales de las que dependen, sino también al control y a la vigilancia de los Organismos económicos de la Curia Romana".
En ese marco, el Papa decretó que las denominadas "personas jurídicas instrumentales" pasen a tener un control directo de la Secretaría para la Economía, el ente vaticano que supervisa los balances de la estructura de la Santa Sede.
En una ley interna dada a conocer junto con el 'Motu Proprio' del pontífice, el Vaticano dispuso que obligará a todas las fundaciones que funcionen dentro de la Santa Sede como "personas jurídicas" a inscribirse en un registro público para poder seguir con sus actividades.
Según se precisa en la nueva disposición dada a conocer este martes por la oficina de Prensa de la Santa Sede, "las personas jurídicas deben estar inscritas en un registro único en la Oficina Jurídica de la Gobernación" del Vaticano para poder seguir funcionando.
Para poder ser admitidas en el registro, que será público, las organizaciones deberán mostrar su acto constitutivo, un estatuto y documentos de sus miembros fundadores y de representantes legales, además de demostrar una sede física dentro del Vaticano en la que conservar, por al menos diez años, los documentos y escrituras.
Las fundaciones obtendrán la personalidad jurídica vaticana solo si son aprobadas por la Secretaría de Estado, agrega el decreto dado a conocer hoy.
El texto de la nueva ley "fue sometido a la consideración del Sumo Pontífice el 22 de agosto de 2022", agrega el artículo 22 de la norma.
Además de alcanzar a fundaciones, la nueva norma también incluye a las asociaciones de voluntariado, que a partir de la entrada en vigencia de las nuevas disposiciones este jueves tendrán la obligación de contratar un seguro y presentar listados de sus voluntarios.