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Fabrisur comunicó el cierre de su planta en Río Grande y el traslado de producción al continente

La salida de FABRISUR está directamente relacionada con su exclusión del subrégimen industrial fueguino, una medida adoptada por la Secretaría de Industria de la Nación debido a inconsistencias en los procesos productivos.
Este mismo motivo afectó a otras empresas textiles como Hilandería Río Grande, Australtex, Barpla y Sueño Fueguino. Sin acceso a los beneficios impositivos y aduaneros del régimen, la compañía optó por trasladar su operación a provincias como San Luis o Buenos Aires, donde planea reestablecer su actividad.
La decisión implica la desvinculación total de los empleados, tanto agremiados a la Asociación Obrera Textil (AOT) y el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), como de los que están fuera de convenio. Desde la empresa se aseguró que se garantizará el pago de las indemnizaciones correspondientes por ley.
Un año crítico para la industria textil fueguina
El cierre de FABRISUR se suma a un año particularmente difícil para el sector textil en Tierra del Fuego. Durante 2024, otras empresas como Textil Río Grande, TeoGrande y Barpla también cesaron sus operaciones, dejando a cientos de trabajadores sin empleo.
El impacto del cierre de FABRISUR no solo afecta a los empleados directos, sino también a toda la cadena productiva. La compañía era reconocida por producir telas y tejidos, incluyendo la materia prima utilizada para confeccionar las camisetas de la Selección Nacional de Fútbol.
Con el cierre de esta histórica planta, la industria textil de Río Grande enfrenta un nuevo golpe que evidencia las dificultades para sostener la producción bajo las actuales condiciones del subrégimen industrial en la provincia.

INDUSTRIA TEXTIL

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