El procedimiento del día de hoy, denominado juicio de cesura, fue a puertas cerradas, por tratarse de un delito contra la integridad sexual. Las condenadas no estuvieron presentes.
Magdalena Espósito Valenti, la madre de Lucio, y Abigail Páez, su pareja, fueron condenadas por el delito de homicidio agravado. Páez también fue declarada culpable de abuso sexual ultrajante. Los fiscales pidieron que ambas acusadas sean condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal prevé solamente esa pena.
Por su parte, la querella, a cargo del abogado José Mario Aguerrido, adhirió al planteo del Ministerio Público Fiscal. Además, requirió que la pena sea de reclusión por tiempo indeterminado.
La defensa de Páez, a cargo de Silvina Blanco Gómez, pidió que se cuantifique la pena, por entender que si se aplicase la prisión perpetua “solo saldrá de la cárcel con su muerte, ya que actualmente la pena perpetua es material y literalmente perpetua”. Asimismo, solicitó que esa cuantificación sea la mínima por la carencia de antecedentes penales y la edad de la imputada (28 años).
Por último, el defensor de Espósito Valenti, Pablo De Biasi, brindó argumentos similares. Requirió que se le cuantifique la sanción y pidió 25 años. Argumentó que la prisión perpetua que establece el Código Penal es inconstitucional, que los tratados internacionales impiden la aplicación de penas “crueles, inhumanas y degradantes”, y que con la perpetua la acusada no tendría acceso al beneficio de la libertad condicional para su “readaptación social”.