Al respecto, González señaló, “El panorama no ha cambiado mucho ya casi son 30 meses de este conflicto, la verdad es que seguimos en las mismas circunstancias, no tenemos ningún tipo de novedad, seguimos con el resguardo de la planta”. “Con algunas dificultades más porque lamentablemente con el paso del tiempo nos han ido cortando los servicios, actualmente estamos sin gas, afortunadamente contamos con electricidad que nos ayuda a mantener un poco la seguridad”.
Pese a las tratativas los trabajadores no ven una luz de esperanza en cuanto a que se reanude la actividad ante un posible comprador, “De a poco va empezando a menguar el asunto de la ayuda más allá de que las negociaciones siempre están, el acompañamiento de la ministra de producción, Sonia Castiglione está pero sigue todo esto como esperando. Creemos que es necesario que esto tenga un punto final, hace un tiempo vinimos trabajando en esto, tratando de encararlo a través de distintos panoramas que se nos vienen a mano pero hasta el día de hoy nada es concreto”.
A pesar de ello, González puntualizó. “Vamos a seguir sosteniendo el cuidado de la planta porque es nuestra garantía y respaldo a poder generar algún tipo de indemnización en su momento, pero necesitamos que este panorama empiece a generar algún tipo de cierre no podemos seguir así muchos meses más”.
Además, comentó, “La empresa hasta hace unos meses seguía liquidando los sueldos, y hasta hace dos meses que no tenemos ningún tipo de novedad, estamos viendo como continua ese panorama porque hace algunos días sorpresivamente algunos compañeros han recibido citaciones de la AFIP, que tarde pero seguro, se acordaron y comenzaron a investigar”.
Sostuvo que dicho proceso comenzó a partir, “De una bajada desde nación, porque la empresa estaba liquidando 250 sueldos y no lo estaba abonando en ningún lado, ni lo beneficios de las cargas. Así que bien recibido que por lo menos se comience a investigar eso”.
“Más allá de la expectativa de que se vuelva a trabajar, estamos enfocados ya como un segundo punto de empezar a entender que se tienen que pagar las liquidaciones a los compañeros y que cada uno tiene que seguir su rumbo. No podemos seguir siendo rehenes de una empresa que no responde, que no da la cara, que dejó esto tirado”.
Y cerró diciendo, “Es necesario darle un cierre y que se pague las indemnizaciones para que cada compañero pueda seguir y dejar de ser rehenes. La planta no se va a entregar hasta que no esté saldado lo que se debe a cada uno de los compañeros”.