La actividad contó con actuaciones de Luchi de Gyldenfeldt, creadora de Ópera queer; Paula Ferré, fundadora de Mujertrova; y de Ayelén Beker, artista travesti de Rosario y fue organizado por los ministerios de Cultura y de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia.
La ley de cupo en eventos musicales, las dificultades de las instrumentistas para integrarse a bandas sinfónicas y la importancia en la vida de jóvenes trans de acceder a canciones compuestas e interpretadas por personas de ese colectivo fueron tema de debate y disertación del Primer Encuentro de Mujeres y Disidencias de la Música, que se desarrolló en la ciudad de Santa Fe.
La actividad, que contó con actuaciones de Luchi de Gyldenfeldt, creadora de Ópera queer; Paula Ferré, fundadora de Mujertrova; y de Ayelén Beker, artista travesti de Rosario, entre otras, se llevó a cabo el domingo en El molino fábrica cultural, organizado por los ministerios de Cultura y de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia.
En primer lugar, fue presentado el libro "Brotecitos, NuesTrans Canciones", que compila letras y músicas inéditas compuestas por artistas travestis, trans y no binarios, producidas en un taller de producción coordinados por Susy Shock y Javiera Fantín y editado por el Instituto Nacional de la Música (Inamu).
Luchi de Glydenfeldt explicó que "se trata de diez canciones que se pueden escuchar en el canal de Youtube del Centro Cultural Kirchner (CCK) luego de ser grabadas en febrero en la Ballena Azul", y que en su caso le tocó musicalizar un poema de Ayelén Beker.
La artista rosarina contó, a su vez, que escribió el texto "No te escondas más' pensando en una canción de cuna, hablándole a mi niñe interior" y remarcó que la llena de orgullo "que hoy haya un libro sobre otras identidades, en el que otras infancias trans pueden encontrarse".
"Fue crear y pensar un destino distinto para otras personas. Tuve una infancia no muy linda, como la mayoría de las personas trans o no binaries, sufrí mucho hostigamiento. Que haya un libro donde encontrar lo que nos pasa, puede servirle a otras infancias para que sea un poco menos duro el mundo", añadió Beker.
Glyndenfeldt agregó que "es importante que haya políticas públicas con perspectiva de género y personas que estén dispuestas a luchar por un presupuesto para estas agendas", porque "con la palabra inclusión no hacemos nada, necesitamos políticas concretas y presupuesto para que la inclusión sea real".
La música Celsa Mel Gowland, ex vicepresidenta del Inamu y una de las impulsoras de la Ley 27.539 de cupo femenino y acceso de artistas mujeres a eventos musicales, valoró el encuentro como "ámbito para hablar de las cosas que atraviesan a las mujeres dentro de la actividad musical".
"Vine a contar cómo ha sido la construcción colectiva de esta herramienta que es la ley de cupo, que es un primer paso para poder alcanzar la equidad en los escenarios y en los eventos musicales", añadió.
Mel Gowland opinó que "la actividad de la mujer creció en todos los estilos musicales pero los espacios se mantuvieron cerrados, sobre todo los de los escenarios, que son los que regula la ley".
"Es muy importante tener más representatividad, no solo desde el punto de vista de la democracia cultural, sino desde los escenarios, donde se construye sentido y ciudadanía, que como identificación también estuvieran presentes las voces, sentires y pensares de las mujeres, disidencias y diversidades", añadió.
Durante el panel "Mujeres instrumentistas", la licenciada en percusión y composición Andrea García contó su experiencia de ser "la primera mujer en ingresar a la Banda Sinfónica de Santa Fe", que tiene 40 años de existencia.
"En contexto, todas vivimos en una sociedad con una estructura patriarcal, machista y capitalista, donde la mujer ha sido colocada en una posición de objeto de consumo y sexualizada. Ese aspecto puede resultar intimidante e inhibidor para nosotras a la hora de elegir y portar un instrumento", expresó García.
Consideró que "la mujer es observada como un objeto a consumir, que debe cumplir el deber ser de mujer, ser femenina" y contó su experiencia "al elegir un instrumento", de haberse "sentido incómoda con la batería, qué van a decir, que es raro, que no hay mujeres bateristas, lo cual era desalentador".
La cantante de tango Andrea Eletti, organizadora del encuentro, dijo que fue pensado "como un espacio para reflexionar sobre los roles de las mujeres en la producción, la creación y la interpretación" y evaluó que "Santa Fe es una ciudad bastante quieta, por lo que era importante empezar acá".
"Fue sembrar la semilla para que las mujeres de la ciudad, que por ahí nunca han tenido la posibilidad de contar sus historias, sus carreras, puedan cruzar sus experiencias", añadió Eletti, quien consideró que "la cultura tiene que ser diversa, plural, no hegemónica, decolonial", por lo que llamó a integrar "a las diversidades".
"(A las diversidades) hay que darles el lugar que históricamente las mujeres, por ser mujeres, no hemos podido ocupar, pues hemos estado invisibilizadas, y las disidencias mucho más. Hay que acompañar las creaciones de las diversidades, compartir esos espacios", concluyó la artista.