“La nueva obra está en plena construcción, como es de público conocimiento, no se va a armar en el lugar de siempre. Este año se va a montar entre el boulevard del avión y el palco oficial”, explicó Ojeda.
En cuanto al cronograma, informó que las actividades se mantendrán como todos los años. “En muy pocos días, el 19 de marzo, vamos a empezar con el armado de la carpa. Será en dos etapas: primero instalaremos la estructura metálica para ver cómo reacciona en el lugar, y al día siguiente la cerraremos por completo”. Debido a que la carpa se monta sobre piso asfaltico, este año, debido a la ubicación, se utilizará tierra. “Como el espacio es de tierra, llevaremos la estructura y, con la ayuda del municipio, se hará un encadenado para colocar los anclajes”, agregó.
El armado de la carpa culminará el 23 de marzo, y el 25 de marzo a las 11:00 horas se realizará la inauguración, con la invitación abierta a toda la comunidad. “Después del acto, comenzaremos a recibir a los chicos de las escuelas”, comentó.
Este año, con el objetivo de cuidar el medioambiente, se solicitó a los establecimientos educativos que cada alumno lleve su propio vaso, para evitar el uso excesivo de plásticos. “Vamos a tener vasos, pero pedimos que cada uno lleve el suyo, para que no queden dispersos por el viento”, explicó.
Además, destacó algunos eventos importantes que tendrán lugar en la Semana de Malvinas, como la Travesía Acuática, programada para el sábado 29 de marzo, organizada por el Municipio y la Prefectura Naval. El domingo 20 de marzo se llevará a cabo la tradicional Marcha Atlética, que comenzará a las 11:00 horas desde la Base Aeronaval.
“Recordamos a nuestros queridos camaradas que han quedado en Malvinas”, expresó Ojeda.
Respecto a las actividades realizadas durante el verano, Ojeda mencionó que muchos turistas han visitado el centro, entre ellos un veterano de guerra inglés. “Hace unos días tuvimos la visita de un veterano inglés con quien tuvimos una muy buena charla. Nos cayó bien, porque tanto él como nosotros cumplimos con un deber que no dependía de nosotros, sino de las altas esferas”, relató. “Cuando vino a Ushuaia y se enteró de que teníamos un museo, se interesó en conocerlo. Al ingresar al centro pidió respeto por los soldados argentinos y tuvimos una conversación normal y pacífica. No fue nuestra intención tratarnos mal, sino más bien entendernos mutuamente”, concluyó.