La situación actual contrasta con los valores normales para esta época del año, que suelen ser de alrededor de 1 millón y medio de litros de agua cayendo por segundo. El aumento en el caudal se debe a las intensas lluvias registradas en la región en los últimos días, lo que ha generado un espectáculo impresionante para los visitantes.
Ante esta situación excepcional, las autoridades del Parque Nacional Iguazú han tomado la decisión de cerrar temporalmente el acceso a la Garganta del Diablo por razones de seguridad. El caudal del agua en esta zona es tan poderoso que representa un riesgo para los visitantes. Sin embargo, los turistas no se quedarán sin disfrutar de la grandiosidad de las cataratas, ya que los circuitos habilitados, como el superior e inferior, seguirán abiertos al público.
Los circuitos superiores permiten a los visitantes disfrutar de una vista panorámica de las cataratas desde una pasarela elevada, mientras que los circuitos inferiores brindan la oportunidad de acercarse más a las cascadas y experimentar la fuerza y belleza del agua que cae. Ambos recorridos ofrecen una experiencia inolvidable y permiten apreciar la magnificencia de este tesoro natural.
Los expertos en turismo estiman que esta crecida extraordinaria de las Cataratas del Iguazú atraerá a un mayor número de visitantes en los próximos días, ansiosos por presenciar este fenómeno único en el mundo. Las cataratas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son uno de los destinos turísticos más emblemáticos de América del Sur, y esta crecida excepcional añade un atractivo adicional para los amantes de la naturaleza y los aventureros.
Las autoridades del Parque Nacional Iguazú continuarán monitoreando de cerca la situación y evaluarán la posibilidad de reabrir la Garganta del Diablo una vez que el caudal del agua disminuya a niveles seguros.