Emilio Sáez dialogó con FM FUEGO, dando la primicia que este viernes a primera hora abrirán las puertas.
“Inauguramos la parte espiritual de la panadería, aprovechando que quizás la hermana Carla se nos va por un tiempo y que el capitán del ARA San Juan estuvo presente”.
Mingo y la Hermana permanecerán tomando un café en nuestra panadería y nuestros corazones , es una manera de tenerlos siempre cerca y homenajeados.
Sobre la restauración del Dr. Favaloro, dijo que “Fue ‘pagada por la gente’, ya que a los pocos días de haberse quemado la panadería, alguien llamado Juan, armó un café virtual para ayudar al negocio. A los días me enteré y al contactarme con él, me informó que había recaudado $385.000, en su momento le dije que no necesitaba nada, pero insistió que era un acto de cariño de la gente, por lo que decidí aceptarlo para hablar con Fernando Publiesse, quien realizó su última escultura, ya que después falleció”.
Asimismo, agregó “El viernes abrimos las puertas definitivamente de la nueva Panadería La Unión. Esto ya tiene vida propia, lo cual nos hace tremendamente feliz. Los chicos están trabajando, haciendo sus primeras pruebas con los equipos”.
“No me canso de recorrer una punta hasta la otra. Cada movimiento que realizo, me conmueve, y todos podrán disfrutarlos. Empezaré a colocar las fotos, y una vez que finalice podré irme a recorrer en moto el país. A la nueva generación les pido que hagan sentir a la gente como en su casa”, expresó Emilio.
Y continuó “Ya es hora de retirarme en lo comercial. El 17 me sale la jubilación, y quiero seguir haciendo cosas mientras la salud me lo permita. Disfrutaré Tolhuin, porque es mi mundo, ya que lo elegí cuando éramos 100 personas y no por lo comercial, pero acá estamos. La gente quiso que todo esto siga creciendo”.
“La estructura, en referencia de los planos me lo regaló una señora llamada Cecilia, quien no quiso cobrarme nada. Dejó su impronta en este lugar. Por otro lado, apareció un ciclista de Europa, quien realizó una colecta y me dijo ‘usted debe dejarse ayudar, porque la panadería es de todos’”.
En esta misma línea, añadió “Entre los ciclistas juntaron $10.000, y compramos los pisos en Ushuaia. Cada baldosa tiene el nombre de quien inició la colecta, y un agradecimiento a los ciclistas de todo el mundo”.