El vuelo, que estaba programado para arribar a las 6:00 de la mañana, enfrentó ráfagas intensas que comprometieron la seguridad del aterrizaje. Tras la escala en Río Gallegos, y al no mejorar las condiciones meteorológicas, la compañía aérea decidió retornar a Buenos Aires, dejando a los pasajeros sin poder llegar a su destino.
Desde Aerolíneas Argentinas explicaron que estos procedimientos forman parte de los protocolos de seguridad para garantizar la protección de los pasajeros ante factores climáticos imprevistos. Asimismo, informaron que los afectados fueron reubicados en vuelos alternativos para minimizar las molestias ocasionadas.