Fm Fuego dialogó con la investigadora del Conicet, Sandra Pitta, quien brindó su lectura sobre la implementación de la vacuna Sputnik V en Argentina.
Respecto de su opinión sobre la Sputnik V sostuvo “todo ha sido bastante raro e irregular. Las autorizaciones de emergencia son herramientas que se usan muy poco en el mundo, se utilizan en casos críticos y deben ser lo más transparentes posibles”.
Continuó “tiene que haber información desde el primer momento y que cuando llegan a los organismos regulatorios estos laboratorios tienen que presentar todos los datos primarios para que ese organismo haga su propia estadística. Ahora apareció el paper y hay más claridad, pero ellos tendrían que presentar los datos individuales para que el organismo haga su propia estadística”.
“En Argentina no ocurrió nada de eso. No había información pública. Nadie puede aceptar que sean confidenciales los resultados de los ensayos clínicos. Un organismo regulatorio serio tiene que tener los datos primarios para aprobar” consideró.
Manifestó que “me preocupa que es una vacuna a base de adenovirus, el que produce el resfrío común, y según la región del mundo hay mayor o menor prevalencia en la población de exposición a ese adenovirus” y ejemplificó “de manera tal que, en los países tropicales hay muchísima gente que ha estado expuesta a ese adenovirus, que ya tiene inmunidad contra ese vector. Si se tiene inmunidad contra el vector, se inhabilita la vacuna”.
Y señaló “entonces no se sabe si en países con mucha prevalencia de inmunidad a esos adenovirus la vacuna sirve para algo. Ellos lo probaron en Rusia y quizás allí ese adenovirus no es tan prevalente como en las zonas tropicales”.
“Lo que más ruido me hace es que la ANMAT no autoriza, sino que recomienda, es como que no quiso poner en juego su prestigio” dijo y manifestó “de ahora en más se puede aprobar cualquier cosa”. La científica se preguntó “¿quien le hizo los controles a las vacunas Sputnik V cuando llegan los lotes?”.
Mencionó que “lo ideal hubiera sido que se haga una fase III en Argentina, porque esa fase permite comparar al grupo placebo y aquellos que reciben la vacuna. Ahí si podríamos decir si hay una diferencia significativa”.
“El único parámetro que tenemos para llegar a una conclusión válida y saber si funcionó o no, es ver, si la vacunación llega a ser masiva, si hay impacto sobre las hospitalizaciones y las muertes, pero mientras tanto estamos a ciegas” afirmó.
Consultada sobre las consecuencias que puede llegar a tener la población luego de la aplicación de la vacuna Sputnik V dijo que “aparentemente hay pocos eventos adversos y es segura. Por lo tanto, creo que el mayor peligro es que no funcione, porque haya mucha inmunidad hacia el vector y es lo mismo que aplicar la nada, y que esas personas piensen que están protegidas y no lo estén, que relajen los cuidados” y reiteró “que la vacuna no funcione y haya gente que piense que está inmunizada y no lo está”.
Agregó que “lo que es más preocupante todavía es el impacto que esto tuvo sobre una institución de tanto prestigio como la ANMAT, que es técnica y no tiene que ver con los gobiernos. Hay que cuidar mucho los organismos técnicos y no mancharlos con política” opinó.
Por otro lado, respecto de la vacuna Pfizer dijo que “es la única que está autorizada por ANMAT y todas las provincias pueden negociar con Pfizer por su cuenta, la ley que se aprobó el año pasado lo permite”.
Por último, sostuvo “una buena noticia es que la vacuna de AstraZeneca, que seguramente se va a autorizar en estos días, se ha visto que además impide la transmisión del virus” y agregó “creo que con esa vacuna que sí se va a producir acá, y que se demoró por la transparencia, en un año vamos a tener un buen nivel de vacunación”.