El día martes, el presidente Alberto Fernández anunció el envío al Congreso de dos proyectos de ley: la interrupción voluntaria del embarazo y el Plan de los 1.000 días.
Al respecto, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta sostuvo “estamos convencidos y convencidas de que tenemos que asistir y acompañar a todas las mujeres que toman la decisión de interrumpir sus embarazos, porque de ese modo cuidamos su integridad física y sus vidas. Y por otro lado, también a todas aquellas que desean continuar con sus embarazos y se encuentran en situación de vulnerabilidad para que de ese modo puedan cumplir con su deseo de maternar y que no les falte nada, a ellas ni a sus hijos”.
Sobre la legalización del aborto dijo que “disminuye la mortalidad materna y elimina los riesgos en la salud de las mujeres porque los abortos clandestinos producen complicaciones que traen consecuencias muchas veces en la capacidad reproductiva futura, llegando en ocasiones a la infertilidad”.
Asimismo, afirmó que, a partir de los datos de otros países que siguieron este camino “la legalización disminuye los abortos que se llevan adelante en cada país, la criminalización y prohibición no previene esta práctica”. Aclaró que “la legalización no implica una saturación en el sistema de salud”.