El papa Francisco no asistió a la cumbre climática en Glasgow, pero si envió a sus representantes, quienes comunicaron el mensaje del sumo pontífice a los líderes del mundo presentes en la cumbre.El representante del Vaticano, cardenal Piero Parolin, quien encabeza la delegación, señaló que el Papa constata "amargamente" una insuficiente ambición climática: "Son demasiados ya los rostros humanos que sufren por esta crisis climática".
En el discurso ante los líderes mundiales, el cardenal indicó que "los objetivos del clima para evitar que la temperatura del planeta suba más de 1,5 y de 2 grados a finales de siglo están "lejos" de ser cumplidos por lo que ha pedido que "actúen con "urgencia", "valentía" y "responsabilidad".
Además, como ya hizo otras veces, el Papa instó a los países más desarrollados, ricos e industrializados a pagar la "deuda ecológica" que han ido contrayendo con los países en vías de desarrollo, que son aquellos que más sufren las consecuencias del cambio climático.
El objetivo es que puedan "pagarla" en forma de subsidios que paguen los costos relativos a la implementación de un modelo económico competitivo y sostenible en sus territorios.