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EL LABORATORIO DEL FIN DEL MUNDO PASA A SER EL PRINCIPAL PROVEEDOR del MEDICAMENTO ATAZANAVIR

El medicamento, fabricado en el Laboratorio del Fin del Mundo bajo la marca registrada Suravir, es comprado y distribuido por el Ministerio de Salud de la Nación a distintas provincias de nuestro país

El Laboratorio del Fin del Mundo pasó a ocupar un lugar clave en el marco del Programa Nacional de SIDA y ETS (enfermedades de transmisión sexual), al proveerlo del medicamento Atazanavir, el cual funciona como un antirretroviral para tratar el VIH o Sida. En detalle, el LFM viene produciendo este medicamento hace casi tres años bajo la marca registrada Suravir ―300 miligramos― y, en adelante, pasará a ser proveedor del Estado nacional de este medicamento.

Entre otros aspectos destacables de esta nueva relación comercial y de salubridad entre TDF y Nación, cabe destacar que la provisión de este medicamento forma parte de una iniciativa que tuvo la gestión de la gobernadora Rosana Bertone junto al Laboratorio del Fin del Mundo y que buscó, desde el principio, producir un medicamento que se genera sólo en el exterior.

Hasta el momento, el Laboratorio entregó un millón ochocientos mil comprimidos, sin embargo, la producción que viene realizando alcanza alrededor de cinco millones de comprimidos, los cuales serán entregados en las distintas etapas de compra que Nación vaya realizando. Al respecto, cabe mencionar que la primera tanda de comprimidos que se entregó significó una venta de 165 millones de pesos.

El director del Laboratorio del Fin del Mundo, Carlos López, explicó que “nosotros entregamos el producto terminado y luego Nación lo entrega de manera gratuita a todas las provincias del país donde habiten personas incluidas en el Programa Nacional de VIH/Sida”.

Además, López se mostró satisfecho al explicar que “la llegada de este medicamento a manos de quienes lo necesitan viene a cerrar todo el ciclo que significa generar este producto”. En este sentido, detalló que la producción del medicamento implica “la importación de la materia prima, la realización de los pasos productivos en Tierra del Fuego ―los cuales demandaron una instalación de alta tecnología y una capacitación compleja de recursos humanos―, además del control de calidad, el monitoreo del fármaco y la logística de transporte, que requiere condiciones de temperatura y humedad específicas”.

De esta manera, el Laboratorio de Tierra del Fuego pasa a ocupar un lugar clave en un programa nacional que atiende a miles de personas afectadas por VIH o Sida en nuestro país, al mismo tiempo que le significa a la Provincia un prestigio científico y profesional destacable y, a su vez, la participación en la comercialización de este producto. Por último, es importante señalar que la producción de este producto en territorio nacional abarata su adquisición entre un 15 y 20 por ciento.

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