El Gobierno nacional relevó a parte de la custodia de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner luego del intento de asesinato del jueves pasado frente a su domicilio de Juncal y Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta, informaron fuentes oficiales.
La medida fue dispuesta debido a que los agentes de la Policía Federal que fueron relevados "no tuvieron el nivel que a lo mejor uno espera que se tenga y es el momento para tomar esa decisión", señaló un funcionario del Gobierno en Casa Rosada.
En el Ejecutivo, de formas formas, explicaron que "no se aumentó" la cantidad de los miembros de la custodia destinados a la protección de la vicepresidenta sino que hubo "algunos relevos e incorporaciones de personal".
Con estas variantes se busca fortalecer el protocolo de seguridad, cuyo funcionamiento "no tiene que cambiar" sino "garantizar que se esté cumpliendo", detallaron.
Y sobre ese punto contaron que desde el ministerio de Seguridad se está trabajando "con cada una de las custodias".
En cuanto a lo que ocurrió el jueves en el barrio porteño de Recoleta, el funcionario sostuvo que el operativo "no falló" porque "siempre hay una cadena" de protección en torno a la titular del Senado y eso "se respetó" durante la situación de emergencia, con los cuatro custodios "que estaban alrededor de ella", más otros de civil.
Sin embargo, esa noche "alguien metió la mano" entre la multitud, en referencia al atacante Fernando Sabag Montiel, agregó el funcionario.
Uno de los cuestionados fue el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, quien puso su renuncia a disposición, aunque esa posibilidad fue rechazada por el presidente Alberto Fernández.
Incluso el propio ministro se comunicó con la vicepresidenta por mensajes de texto, el jueves, después del ataque, y lo volvió a hacer el viernes, el día de la concentración masiva en su apoyo en Plaza de Mayo y las zonas aledañas del centro porteño.
Ante un intento de magnicidio de esta característica, algunos funcionarios consideraron que el atacante "no es un lobo solitario" sino que "hay gente detrás", y además plantearon que la información borrada en el teléfono celular de Sabag Montiel "se puede recuperar".
Y reiteraron que se cumplió con "la cadena de custodia" porque el aparato fue entregado al Juzgado con sobre cerrado y "en bolsa de Faraday", en alusión a un tipo de envase metálico con un campo electromagnético nulo que se usa en estas situaciones.
En cuanto a la seguridad del resto de los miembros del Gabinete, desde el Gobierno contaron que sigue siendo la misma aunque los integrantes del elenco ministerial recibieron la instrucción de "tener cuidados" y "someterse a los protocolos".
"Todos deben tener cuidado porque cuando suceden estas cosas pareciera ser que después hay efectos de contagio", dijeron en la Casa Rosada.