Desde hace 6 meses, Roberto Ruiz Piracés es el cónsul de Chile en Río Grande. Habló con FM Fuego haciendo hincapié en la preocupación que le genera la demora que padecen quienes deben viajar desde nuestra ciudad hacia el norte argentino: “Estando acá uno se da cuenta de las necesidades que a veces desde el centro no lo nota, como por ejemplo el paso San Sebastián, la demora que hay para hacer el cruce desde Río Grande a Río Gallegos, hay que agilizar, simplificar esto, es una tarea que me la propuse desde el comienzo. Ahora vamos a tener el comité de integración en Punta Arenas en el mes de octubre”.
Ruiz Piracés continuó diciendo: “Para el feriado de carnaval salí de Río Grande a las 7 y cuarto de la mañana para Punta Arenas, estuve dos horas en la frontera, me imaginaba las familias con niños, no es aceptable esto, ahí tenemos que lograr una solución. Me voy a empeñar en lograrlo, la persona que sale de Río Grande a Río Gallegos no tiene por qué estar haciendo todos los trámites que hace quien cruza por otro paso fronterizo entre Argentina y Chile, porque está en tránsito. Esto es factible si hay voluntad política, siempre lo hay, en el año 2009 se hizo el acuerdo del Tratado Internacional de Maipú, donde uno de los protocolos es la libre circulación de personas, que justamente apuntaba a facilitar esto, es un problema que lo tenemos de ambos lados, quien viene de Puerto Montt a dejar su carga a Punta Arenas lo debe hacer por rutas argentinas”.
“En el caso puntual de lo que pasa acá es mucho más visible, porque salen familias que van de vacaciones a su propio país, más allá del estrecho de Magallanes de por medio, que 400 kilómetros se haga en 7 horas es inaceptable, hay que lograr fórmulas que permitan una agilización de los trámites fronterizos. La embajadora cuando vino el año pasado al Comité de Frontera en Ushuaia, viajó en avión hasta Río Gallegos y de ahí lo hizo en auto, ella comprobó todo lo que significa los trámites y demoras en la frontera, tiene bien claro cuál es el problema”.
Roberto Ruiz Piracés también se refirió a su trabajo como cónsul: “Este es un consulado en una ciudad donde hay muchos chilenos, hemos identificados a casi 20 mil chilenos, no solamente a los que han nacido en Chile, sino que incluimos a los descendientes, hasta una segunda generación, es decir que tienen abuelos chilenos, es gente que viene al consulado a pedir la nacionalidad, no pierden la Argentina, sino que obtienen la doble nacionalidad”.
“Para mí que nunca había estado en Río Grande, -añadió el cónsul chileno-, es una novedad que la mayoría de los chilenos que se afincaron en Río Grande hace muchos años provenían de la isla de Chiloé, es una isla que tiene una identidad muy propia, cultural, social, histórica. Es un orgullo lo que han logrado, la integración que han logrado es tremenda, por eso he visitado a algunos en sus casas, camino mucho, la avenida Perón tiene muchas casas de chilenos carpinteros, gente que con mucho esfuerzo hizo su vida acá, se sienten y son argentinos, lo que también me agrada mucho, pero igual reconocen sus orígenes”.
Ruiz Piracés hizo un breve recorrido sobre su trayectoria hasta llegar a Río Grande: “Antes de llegar a Río Grande fui encargado de negocios en Caracas (Venezuela) hasta agosto del año pasado. He estado en Suiza, Alemania, he hecho servicios en Jordania, estuve también un tiempo en la embajada de Chile en Argentina. Por primera vez en mi carrera pedí cambio y me vine a Río Grande, es una zona que me motiva mucho, quería venir a esta ciudad”.
El cónsul chileno en Río Grande, dejó ben en claro lo a gusto que se siente en nuestra ciudad: “Venir acá era una forma de calmar un poco los ánimos, vengo de Venezuela. Me encanta el viento, la soledad, me gusta mucho caminar, el otro día le decía al intendente Martín Pérez lo del muro costero, es maravilloso, es una riqueza espiritual que a mí me conmueve. Me gusta mucho salir los fines de semana con mi esposa en el auto, me meto en los caminos interiores, leo un libro, estoy muy contento en Río Grande, lo digo con mucha sinceridad”.
“Este es un lugar muy especial, tiene una calidad de vida inigualable, nunca había estado en un lugar donde me sienta que el contexto natural y social es tan bueno. Camino mucho, trato de mimetizarme, me siento un riograndense más, uno es feliz acá, Río Grande es embrujante”, finalizó diciendo Roberto Ruiz Piracés.